La pandemia que ha transformado los sentimientos

La pandemia que ha transformado los sentimientos

La epidemia de covid-19 golpea duro a todos los sectores sociales

Por dos años la humanidad ha estado golpeada por el virus mas feroz que la haya azotado  desde el siglo pasado cuando hace ya 100 años el planeta se vio asolado por algo similar con la llamada gripe española al final de la I Guerra Mundial.

Cada vez más núcleos humanos, atenazados por el miedo de morir están atrapados en el terror de una enfermedad que llega sin avisar  y su cura es un paliativo a la velocidad con que se propaga el virus atacando sin distinción de clase a todo el mundo con tal de que respiren y absorban el aire medioambiental.

Ya en el planeta se registran más de 4 millones de muertos  y 200 millones de  contagiados. Son cifras que estremecen a los científicos y desesperados buscando que las vacunas experimentales y disponibles sean más eficaces en sus efectos de frenar el avance de la epidemia y puedan contribuir a frenar el crecimiento de los contagiados y por ende de los daños colaterales de los decesos. Llegará el tiempo que las vacunas no sean tan solo un freno para frenar la propagación sino para un proceso de inmunización universal y que la humanidad se libere de una amenaza  muy activa al acecho de producir una hecatombe global.  

Ya la COVID19 se ha esparcido por todo el planeta. Hay pocos reductos mundiales libres del virus en que ya se ha encontrado  una población que si bien se resistía a aceptar las recomendaciones de los expertos para protegerse, al fin, a  regañadientes aceptan las indicaciones de la OMS y reacciona para no cumplirlas aun con ciertas libertades que ahora son más flexibles  cuando en los países se amortiguan las restricciones y se permiten libertades para que las poblaciones no se sientan como prisioneros en sus casas o en sus países.

La epidemia golpea duro a todos los sectores sociales, no hay exenciones a su contagio, de repente aparece en sectores que se creían más aislados para estar debidamente protegidos.

La propagación ha obligado a transformar muchas costumbres en donde las reuniones familiares y de amigos han sido abandonadas por los inconvenientes de los contagios aun cuando estén protegidos  con las mascarillas e incluso que se hayan vacunado. El contagio está latente pese a las precauciones, ya que todo ser viviente es un portador de alguna forma del virus y es fácil transmitirlo en el entorno donde se desenvuelve.

Y en donde la conmoción es mas terrible es la que reciben  las personas cuando les fallece un pariente o familiar cercano, o un amigo, por la forma  como ahora es necesario tratar a los deudos de los fallecidos de sus seres queridos. Estos ya no se pueden acompañar a su ultima morada.

Y si el deceso es debido a un ser contagiado producto de la covid-19 es más traumático el deceso ya que las autoridades se hacen cargo del fallecido y lo entierran directamente para evitar el contagio de los familiares. Es doloroso ese proceder pero no hay otra salida que solo busca proteger a los no contagiados. Es que el alcance de la enfermedad no se conoce a cabalidad.

Todavía estamos a ciegas en muchas consideraciones de la propagación del virus y aun cuando el avance ha sido extraordinario  en que ya están disponibles varias vacunas muy efectivas aun cuando otras experimentan  deficiencias de origen en su elaboración ya que la rapidez para colocarla en el mercado limita la calidad de las mismas.

Los dominicanos hemos tenido una experiencia enriquecedora ya que por primera vez se ha visto cómo las autoridades han jugado a la seriedad del  asunto y dejando de lado sus acostumbradas trampas para buscar beneficios, han tenido que trabajar de cara al sol con los organismos internacionales que han felicitado a las autoridades por su eficiencia que se creían no estaba disponible en la burocracia y la vez ya tener vacunados a más del 30 por ciento de la población.

Por primera vez en la burocracia, enfrentar las debilidades congénitas de los burócratas se han dejado de lado, y con aplomo y seriedad, se ha trabajado eficazmente para imponer un orden en el proceso de vacunación, contando ahora con una llegada abundante de las vacunas.

Y es que la tarea para el país es grande, ya que tenemos a unos vecinos isleños que por su seguridad  se negarían a recibir la ayuda dominicana. El país tendría que asumirla para evitar una merma notable de su población  por efectos del covid cuando sin control se propague por todos los rincones de Haití. 

Cuando fallece un familiar por covid la situación es dolorosa, pues hay que seguir ciertos protocolos

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