La crisis sanitaria provocada por la covid-19 a nivel mundial, no se reduce al ámbito de la salud, sino que trasciende e impacta con dureza las esferas económica, social, cultural y política.

La tradición hebrea-cristiana recoge en el libro Éxodo de la Biblia la narrativa de las diez grandes plagas de Egipto que durante siete años azotaron su territorio, a saber:

1) la conversión del agua en sangre, 2) la invasión de ranas, 3) Ratas y cucarachas, 4) moscas y cucarachas, 5) peste del ganado, 6) úlceras en la gente y el ganado, 7) lluvia de fuego y granizo, 8) Langostas y saltamontes, 9) oscuridad, y 10) muerte de todos los primogénitos.

En pleno siglo veintiuno el coronavirus nos ha forzado a cambiar el estilo de saludo cotidiano, la comunicación, los intercambios sociales, la forma de trabajar, así como los horarios, la frecuencia y el número de asistentes a los cultos religiosos. Cumpleaños, bodas y funerales también han sentido el impacto de la pandemia. Los contenidos de las revistas de salud abundan en temas relacionados con el virus SARS-CoV-2.

La incapacidad de muchos gobiernos para atender las demandas de la población ha provocado un descontento general tan extenso, y tan variado, que uno a veces se sorprende y se confunde, pues no sabe si está leyendo una publicación de salud, científica en general, o una proclama electoral.

Un ejemplo de ello lo grafica la reconocida revista mensual norteamericana Scientific American. Dicha publicación lleva 175 años de existencia. En el número diez correspondiente al mes de octubre de 2020 aparece el extraño titular: “Revista Científica Americana endosa a Joe Biden. Hasta ahora nunca habíamos apoyado a un candidato presidencial en nuestros 175 años de historia”. …

Los editores critican fuertemente a su gobierno entendiendo inadecuado el manejo de la pandemia. En cambio, cifran sus esperanzas en la plataforma de propuestas del candidato demócrata.

En México, Brasil, Perú, Ecuador y Chile la conmoción social ha sido muy dolorosa. No exageramos cuando reiteramos que la presente catástrofe sanitaria ha sacudido todas las bases de los Estados a nivel mundial, a semejanza de un potente terremoto que hace réplicas, volviendo a aparecer en territorios en donde mucha gente entendía que se encontraba en vías de extinción.

Es por esa razón que no debemos bajar la guardia ni un momento, manteniendo el uso de la mascarilla, el distanciamiento social, evitar la aglomeración en sitios cerrados y una continua higiene que incluya el frecuente lavado de las manos.

Ese nuevo comportamiento cultural nos ayudará a sobrevivir hasta que la ciencia desarrolle una vacuna eficaz y segura, al tiempo de contar con una terapia efectiva y oportuna para las personas infectadas que se tornen sintomáticas.

A las orientaciones generales emanadas de los organismos internacionales calificados para el manejo del covid-19 agreguemos la creatividad popular cultural para sobrevivir en tiempos de pandemia. Una actitud optimista, creadora, innovadora con el apoyo entusiasta que envuelva a todos los núcleos vitales del tejido social hará que salgamos vencedores en esta guerra por la vida.

Un descuido puede acarrearnos la muerte a destiempo, algo que debemos evitar. No hay nada tan malo que no contenga algo de bueno y lo positivo de la pandemia del coronavirus es que siendo una amenaza global ha hecho que nazca un nuevo modelo común de cultura general de lucha por la salud mundial.