La papa,  reina absoluta de todos los platos

La papa,  reina absoluta de todos los platos

EFE- REPORTAJES. Conocida como “el alimento del futuro”, la patata o papa se cultiva en más de 100 países y su producción mundial alcanzó el año pasado la cifra de 320 millones de toneladas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Más allá de la sempiterna papa hervida o frita, el recetario internacional nos brinda innumerables opciones para cocinar este alimento en sopa, ensalada, como plato principal, guarnición e, incluso, de postre.

Sin embargo, en este mundo actual de culto al cuerpo y a la delgadez, la papa ha sido demonizada y proscrita de muchas dietas por su presunto elevado valor calórico, a pesar de que este alimento no sólo aporta carbohidratos, sino que tiene un alto valor proteico en comparación con otras raíces y tubérculos: “sus proteínas son de buena calidad y sus aminoácidos corresponden a las necesidades humanas”, explica la FAO.

A sus bondades nutricionales contribuyen el contenido abundante en vitamina C -una papa mediana aporta casi la mitad de la ingesta diaria recomendada-, vitaminas B1, B2, B3, B6 y  potasio. Además, el almidón que contiene es de fácil digestión, apenas tiene grasa, sodio o azúcares y favorece la asimilación del hierro.

Con estos datos, ¿no te animas a hacerles a las papas un hueco en tu mesa? Si eres de las que cuentan las calorías, te sorprenderá saber que una papa de tamaño mediano aporta sólo 130 calorías, la mitad que la misma cantidad de cereales cocidos.

Sin remordimiento.  Y es que no es necesario que las cocines fritas, una preparación que sí constituye una verdadera bomba calórica, sino que existen numerosas recetas que te permitirán disfrutar de este versátil y completo alimento sin que después te abrume el remordimiento dietético.

Los organizadores del “Año Internacional de la Papa” (AIP) recuerdan que “es fundamental escoger la variedad correcta” para que el plato salga bien. “En la cocina, las papas se clasifican de acuerdo a su contenido en almidón, del que depende su reacción culinaria”.

Así, cuanto más almidón tiene una papa, mayor es la expansión de sus células con el calor. A las papas con más contenido en almidón se les denomina “feculentas”, aunque en el mercado encontrarás también papas con contenido medio y poco feculentas.

Las variedades consideradas “feculentas” son la Russet, la Bintje, la King Edward y la Maris Piper, caracterizadas por su cáscara gruesa que recuerda al corcho y su textura seca, lo que las hace perfectas para ser cocinadas al horno, fritas o en puré.

Si lo que quieres es la papa ideal para cocer al vapor, acompañar un estofado o gratinar, tus variedades son las de contenido medio en almidón, como la Yukon Gold, la German Butterball, la Nicola o las de pulpa morada.

Este tipo de papas, caracterizadas por sus colores blanco o amarillo, son las más versátiles en la cocina.

Finalmente, encontramos las papas poco feculentas, como las Fingerling o la papa roja, que según la FAO son aquellas que muestran “una piel brillante, como de cera” y tienen “un mayor contenido en humedad”, por lo que permanecen enteras al hervirlas. Son la elección idónea si lo que quieres es emplearla en ensalada, cocida o salteada.

Platos típicos
En Irlanda encontramos el “Anraith prátaí.”, que junto con las papas contiene cebollas, hortalizas y leche, y desde Corea nos proponen el “Kamja guk”, una sopa con papa, zanahoria, tofu, hongos, cebolla y pimienta; en cuestión de platos principales, los Países Bajos las cocinan en pastel gratinado al horno. No  podemos olvidar la deliciosa tortilla de papas española con aceite de oliva, huevos y cebolla.

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