PEDERNALES. –La situación económica de esta provincia fronteriza está de mal en peor tras el cese de las operaciones de varias empresas, lo que a su vez ha provocado el cierre de pequeños negocios.

Las condiciones son tan crítica que hasta los motoconchistas encuentran pocos clientes, y los pescadores a pequeña escala tienen que consumir la pesca del día, y hasta los abogados se quejan de que no les llegan casos.

El cierre de Cementos Andino, Ideal Dominicana, la no exportación de Bauxita, las limitantes en la zona franca y la falta de incentivo al campo han provocado el desplome económico de esta población que, aún espera, ver cumplidas las promesas gubernamentales sobre el desarrollo turístico.

Uno de los restaurantes más grandes del municipio cabecera, propiedad del exgobernador Francis Jiménez, cerró sus puertas al igual que otros establecimientos, mientras que las mercancías de pescadores duran hasta tres en los frigoríficos por falta de mercado.

La empresa Dovemco, exportadora de bauxita, mantiene sus maquinarias en un campamento, y tiene más de seis meses fuera de operaciones, por lo que tuvieron que cancelar a todo su personal.

El incentivo a los campesinos es casi nulo, según los agricultores que se quejan de las promesas incumplidas por parte de las autoridades.

A la limitada producción agrícola se suma el deterioro de los caminos vecinales, lo que impide que los productos se comercialicen en grandes mercados.

Jiménez aseguró que Pedernales se encuentra en estado de emergencia, en lo que también coincidieron el abogado David Ledesma, y Claridonia Pérez, administradora de la Agencia el “Sol”.
Claridonia Pérez dijo que hace dos meses no ve un cliente ni siquiera para pagar las deudas contraídas.

Al consultar a Maikel Pérez Batista y Fernando Sánchez, dos representantes del área pesquera, estos afirmaron que existe muy poco incentivo para los sectores productivos de la provincia, e incluso de la región suroeste.
Por esa razón, entienden, no hay sostenibilidad económica para los empresarios.