La paradoja de las relaciones

La paradoja de las relaciones

Para una mujer de esta época, la posibilidad de encontrar pareja es inversamente proporcional a su desarrollo intelectual y académico. La paradoja (una amiga dice que es más certera que una ecuación) dice mucho de este tiempo en la República Dominicana, donde el 74 por ciento de las butacas universitarias son ocupadas por mujeres.

El asunto no es exclusivo de nuestro país, estudios realizados en Europa dan cuenta de que un alto porcentaje de las mujeres profesionales no tienen tiempo ni espacio adecuado para encontrar la pareja ideal. Es como si su formación atentara contra sus posibilidades de compañía.

El problema no es menos para los hombres. Un psicólogo asegura que el boom femenino en distintas áreas empresariales empieza a generar timidez masculina. “Es un asunto curioso, tenemos mujeres y hombres solitarios con increíbles dificultades para acercarse”.

El profesional asegura que la situación se agrava cuando el hombre o la mujer ha tenido una experiencia matrimonial y guarda el lastre de un divorcio. “En esos casos la posibilidad de acercamiento se limita por una serie de prejuicios sociales de los que no escapa ninguno de los sexos”.

En Japón, donde la población reconoce que cada vez se dedica menos tiempo a si misma, la sociedad recurrió a la tradición y se han puesto de moda los casamenteros digitales.

En el imaginario de muchos aparecerá esta figura (fue común en todas o casi todas las sociedades antiguas) como la vieja alcahueta o un oscuro personaje capaz de tratativas y negocios. Otros, aficionados a la literatura, reconocerán a personajes alegres como en “El violinista en el tejado” donde la casamentera se preocupa más de fomentar los amores que de cobrar sus regalías.

Hoy en día no hay oportunidades para compartir las soleadas tardes de las estepas y llanuras rusas de finales del siglo XIX descritas en la clásica novela. El asunto es que ninguno tiene tiempo y es necesario fabricar un espacio para generar el ambiente auspicioso para una relación de pareja.

La casamentera del siglo XXI se auxilia de la tecnología y crea las condiciones para hacer fructificar un encuentro.

Esa figura ya llegó a la República Dominicana y vaya si es moderna y digital, tanto que es una franquicia y se llama It’s Just Lunch, dirigida en el país por Rita Paiewonsky.

Creada en Estados Unidos hace 15 años, esta moderna agencia posee oficinas en más de noventa ciudades del mundo y ha coordinado primeros encuentros para más de dos millones de parejas de profesionales.

Se trata de crear las condiciones de un primer encuentro y nada mejor que compartir un almuerzo en el agitado trajín de la vida profesional.

Para la mayoría de las personas ese primer encuentro es suficiente. Otros necesitan algo más para determinar si vale la pena iniciar un diálogo con el sexo opuesto. Para eso está It’s Just Lunch.

No se trata de una cita a ciegas. La empresa realiza entrevistas y con personal calificado establece un ranking de posibilidades para una avenencia entre dos profesionales que de intelectual puede pasar a otra cosa…

Es una aventura que no toma mucho tiempo… Sólo un almuerzo.

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