La partida de un amigo y ser humano excepcional

La partida de un amigo y ser humano excepcional

Recibimos la triste notica del fallecimiento de un gran amigo, un ser excepcional, un dominicano con cualidades extraordinarias que dedicó gran parte de su vida para que los dominicanos tuviéramos un futuro mejor. Dejando un gran vacío en nuestra sociedad.

Quizás no soy la persona indicada de hablar sobre las cualidades de este personaje excepcional, que se negó a participar en política pues decía que prefería trabajar desde el sector privado y las instituciones creadas por la sociedad civil para transformar las condiciones que impiden el desarrollo nacional y desde allí motivar a todos los ciudadanos a ser entes proactivos que propicien el desarrollo y el bien común, y además que los políticos se aíslan un poco de la familia.

Nos decía nuestro amigo que la única forma de acabar con la pobreza, de lograr el desarrollo pleno de un país es cuando se invierte adecuadamente y con agresividad en la educación. Cuando un país lo hace, con el tiempo las otras áreas que parecieron descuidarse en un principio, van cayendo como piezas de un rompecabezas y logran un desarrollo integral, un desarrollo pleno con justicia y equidad, logrando altos Indices de desarrollo humano y bienestar.

Recuerdo al amigo cuando fue parte importante en la fundación de Acción pro Educación y Cultura, Inc. APEC, siendo su presidente de 1964-1966 y luego en las instituciones que desarrolló, conocidas como las hijas de APEC: El IES que luego se transformó en UNPAC –Universidad APEC, y así CENAPEC, FUNDAPEC, PROMAPEC, COLAPEC e INAPEC. Una de las demostraciones de su gran sensibilidad era la forma de motivar a sus amigos y empresarios a venir en auxilio de la educación, su proceder democrático le hizo pasar la antorcha a otras personas pues no quiso nunca permanecer como presidente por largo tiempo de las instituciones en las que participaba, pues decía, «el cambio ayuda a otros a generar nuevas ideas y fortalece las instituciones».

Recuerdo que cuando presidía la Asociación de Empresas Industriales de Herrera –AEIH-, me toco promover y dirigir junto a INTEC y la Fundación Frederick Ebert al programa Plan Educativo, que al crear el Decálogo Educativo sirvió de base al primer Plan Decenal de Educación del país 1992-2002, siempre nuestro amigo nos acompañaba y participaba con gran interés.

Me comunicó en una ocasión que estaba fundando una nueva institución para venir en auxilio de la educación, no pude participar junto a él en este inicio, pero luego al pasar Antonio Isa Conde a presidir la AEIH y a Plan Educativo acepté su invitación; no sé cómo, me hicieron vocal de la junta de directores, al poco tiempo me pidió que fuera el próximo presidente, pues él me informó que no quería ser presidente permanentemente, su gran humildad y sensibilidad le impedía hacerlo, yo no pude aceptar pues hablan otros que iniciaron con él la organización, pero fui vicepresidente de ella y luego su tercer presidente, me refiero a Acción por la Educación Básica – EDUCA que con tanto amor y entusiasmo creó para beneficio de la sociedad dominicana.

Desde EDUCA se patrocinó, con la ayuda de USAID, la capacitación de miles de maestros y directores de escuela y se logró la participación activa de destacados miembros del empresariado dominicano. Su primera secretaria ejecutiva y co-fundadora fue Doña Jacqueline Malagón. Y entre sus colaboradores más importantes destacamos al doctor Luis Heredia Bonetti. Como los amigos lectores habrán intuido nos referimos al gran amigo y prohombre dominicano Don Gustavo A. Tavares Espaillat, persona dotada de una gran sensibilidad, empresario de gran visión cuyas ejecutorias se pueden palpar como éxitos comerciales adornados de una gran ética empresarial.

Nos embarga un gran dolor, pues cuando parten dominicanos ilustres como él, nuestro país pierde, solo nos reconforta el saber que sus sabias enseñanzas serán continuadas por otros, en especial su hijo Juan Tomás que goza al igual que él de un gran amor por la educación. Pedimos a Dios fortaleza ante tan sentida pérdida a su compañera y esposa Idalita Kelner, y sus hijos: Juan Tomás, Gustavo, Clara y María Rosa. Sé que por su labor se encuentra ascendiendo por un sendero con un prado más verde, adornado con bellas flores y una fragancia de amor y fe, y de que en ese ascender, confiado por la labor tesorera y firme por lograr una educación de calidad para todos, se ha ganado del enorme privilegio de ver el rostro de Dios, sé que Él lo acoge en su seno.

El empresariado y la sociedad educativa está de luto. Sólo me queda esperar que el presidente Leonel Fernández reconozca esta vida ejemplar y meritoria y le entregué una alta condecoración nacional póstuma y de que el Rector de UNAPEC, doctor Justo Pedro Castellanos, cree la Cátedra Empresarial Don Gustavo A. Tavares Espaillat.

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