La pasión por el deporte lleva a un brasileño a los Juegos Paralímpicos

La pasión por el deporte lleva a un brasileño a los Juegos Paralímpicos

ROSA KHUTOR, Rusia, AFP. Fernando Aranha es uno de los pocos latinoamericanos presentes en las pistas nevadas de Sochi el miércoles, temblando de frío en su uniforme verde brasileño, rodeado de europeos y estadounidenses que han pasado años perfeccionando su técnica.

En silla de ruedas, Fernando se entrenó la mayor parte del tiempo en pavimento, por lo que aunque alcanzó el puesto número 20 en la competencia de esquí de fondo, dice estar feliz de sus resultados.

«Hice lo que tenía que hacer, no he estado mucho en la nieve pero disfruto de cada momento. Por supuesto, si quiero ser un atleta de nieve, necesito entrenarme más en la nieve», explica el brasileño con una sonrisa.   Infectado con polio cuando era un niño, Aranha fue abandonado por sus padres en un orfanato de Sao Paulo cuando tenía cinco años.

El programa de vacunación masiva que lanzó el gobierno en la década de los 80 llegó demasiado tarde para este deportista de 35 años.

Al crecer, Fernando escuchó hablar de un equipo de baloncesto en silla de ruedas que se entrenaba en Ibirapuera, un conocido parque de Sao Paulo. Sin dudarlo, un día saltó la valla del orfanato en búsqueda de este equipo de deportistas, con los que terminó jugando durante 10 años.

Deseoso de afrontar nuevos retos, se aventuró luego en el atletismo y el ciclismo, antes de pasar al triatlón – un deporte que combina la natación, el ciclismo y la carrera a pie o en silla de ruedas – en el que se destaca.

Treinta años después, Fernando sigue viviendo en el mismo orfanato, pero ya no necesita escabullirse para cumplir sus sueños. Ahora es un atleta realizado y un héroe local.

«Me encanta ese lugar, me dan ánimos y yo se los doy también», explica.   Fernando no tiene ningún contacto con sus padres y financia su entrenamiento trabajando, otro desafío.

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