La Patria Amada, libertad, orden, seguridad ciudadana y los valores morales

La Patria Amada, libertad, orden, seguridad ciudadana y los valores morales

POR FERNANDO ALVAREZ BOGAERT
La falta de un proyecto de nación y de instituciones sólidas y plenamente transparentes – exactamente opuesto a lo que ocurre en Francia- ha obligado históricamente a los miembros del sector económico, en muchos de nuestros países, a enfatizar la gestión empresarial en las orientaciones siguientes:

1. Negociar, permanente y directamente de manera informal, con los círculos de poder vigentes, en base a sus intereses particulares. 2. Obviar las negociaciones formales de carácter institucional y darle poco énfasis a las negociaciones hacia el futuro. En cierto modo, esta actitud es una involución hacia el individualismo extremo.

“El suicidio de las clases empresariales”

 Recientemente, ese extraordinario gigante de la economía, el Dr. Milton Friedman, que escribió, a sus 93 años, para el Instituto Cato, un brillante ensayo que tituló: “El suicidio político de las clases empresariales”. En el mismo, el Dr. Friedman describe cómo los empresarios norteamericanos se han centrado en el “cortoplacismo” -usando los lobistas- para resolver sus problemas presentes. El Dr. Friedman dice que esa conducta les traerá resultados desastrosos por las siguientes razones:

1. Porque el “cortoplacismo” vulnera el proceso natural de la evolución económica;  

2. porque esa conducta contribuye a socavar la voluntad para enfrentar- como es inaplazable hacer- los déficit gemelos: el déficit fiscal (400 billones por año) y el déficit de saldo corriente (800 billones en el 2005, o sea, 6.2% del PBI americano) y lo que es peor, con esa conducta están ayudando que en vez de que ocurra en USA “una corrección suave (Soft Landing) se provoque un “aterrizaje forzado” (Hard Leanding) lo que podría producir una fuerte recesión en la economía americana y, consecuentemente, en la economía global. Y lo que el Dr. Friedman considera como lo peor es que  esta forma de actuar le quita la legitimidad ante el pueblo, para poder jugar un rol de preponderancia en el permanente debate económico nacional. Dice el Dr. Friedman que este debate adquiere una mayor dimensión por las demandas que impone en la nación los cambios profundos -a veces abruptos y a veces disruptivos- en crear una demanda continua y creciente de hacer un proceso de reingeniería permanente.    

El rol de la inteligencia en el debate nacional como factor clave en el desarrollo dominicano

El caso de la “intelligentzia” -como los sociólogos europeos describen la intelectualidad, los periodistas y los académicos- es parecido pero diferente a los miembros de las clases económicas. Este es un tópico (que he discutido con dos amigos entrañables, los académicos y educadores Dr. Príamo Rodríguez y el Dr. Fernando Pérez Memén). Es parecido en el sentido de que ambos se centran en el individualismo. Sin embargo, en el caso de la “intelligentzia”, la razón fundamental es que su situación económica es muy precaria y que, por tanto, tienen que dedicarle casi todo su tiempo a la supervivencia económica.  Eso no indica que los miembros de este potencialmente poderoso sector han fallado en demandar la posición protagónica que justamente le corresponde en el gran debate nacional.

El deliberado balance  entre la libertad y el orden

El Dr. Aurelio Concheso, Presidente de CEDISE, en su ensayo “Seguridad, democracia y libertad” elocuentemente profundiza acerca del delicado balance entre la libertad y el orden   en   una   sociedad  democrática  llena  de  inseguridad  como  consecuencia  de  la  presencia en un país de muchos anti-sociales. El Dr. Concheso se hace dos preguntas, para mí fundamentales, las que tenemos que plantearnos en nuestro país: 1. ¿Hasta qué punto debe tolerar una sociedad democrática las posturas de los anti-sociales, muchos de los cuales están concientes, y no les importa que sus acciones estén seriamente erosionando los valores esenciales que sustentan una sociedad de hombres libres?; y 2. ¿Tienen derecho los que piensan así de utilizar los resortes que les permite una sociedad libre para luego proceder a subvertirla con sus acciones anti-sociales y de esa manera contribuir a que la nación degenere en una sociedad en disolución?. Ninguna de las dos referencias anteriores la consideramos aceptables y mucho menos justas. Nuestra nación no puede bajo ninguna circunstancia permitir que los antisociales perturben su tranquilidad cotidiana.    

La importancia en una sociedad democrática de establecer un fuerte sistema de chequeo y balance

El sentido real de una sociedad democrática lo representa la posibilidad de confrontar las acciones que se llevan a cabo, partiendo del hecho de que la diversidad es su razón de ser y que ésta va a tener repercusiones positivas en un sector y negativas en otro. Es, precisamente, estas repercusiones las que nos plantea la necesidad de establecer mecanismos de chequeo y balance para de este modo minimizar las diferencias posibles.

La tentación totalitaria

Jan Jackes Revel, en su libro “La Tentación Totalitaria”, plantea la absoluta necesidad del proceso de chequeo y de balance que conlleve al equilibrio de los poderes del Estado.  Advierte sobre la posibilidad de que algunos de esos poderes, especialmente la Suprema Corte de Justicia y el Poder Electoral, sean penetrados por los partidos políticos.  Es un acto fundamental de patriotismo tomar las medidas que sean de lugar para evitar la contaminación del poder judicial y del poder electoral.  Sin la absoluta independencia de estos dos poderes no puede haber democracia ni libertad, ni tampoco una lucha consciente y de respeto de los derechos del hombre contra la criminalidad social.

La democracia: hija legítima del chequeo y del balance de los poderes del Estado

El Dr. Concheso considera indispensable, para corregir los problemas de la inseguridad, establecer un operante y sólido sistema de chequeo y balance para evitar abusos. Para lograr ese objetivo plantea la necesidad de ejecutar a plenitud dos acciones:

El combate adecuado para mantener la seguridad resultaría en un fracaso si no se sustenta en el imperio de la ley, lo cual demanda de un Poder Judicial que tiene que poseer los siguientes valores de modo simultáneo: independencia, probidad, eficiencia, agilidad, rigurosa y firmeza; y 2. Se necesita que el aparato policial dedicado a las labores de seguridad que  esté sujeto a un estricto proceso de rendición de cuentas  a organismos independientes de supervisión que tenga el mandato de actuar con firmeza contra cualquier abuso.

El no delimitar los ámbitos de acción del Estado en el combate inaplazable contra las condiciones que crean la inseguridad, se correría el peligro de, sin querer, imitar lo que se está combatiendo. Y en esa situación, el Dr. Concheso dice que correríamos el riesgo de caer víctima de “la teoría de las consecuencias no intencionales” que resultaría en una grave erosión de los valores que deseamos proteger. El plantear también que la no ponderación del contrapeso necesario del uso del poder coercitivo del Estado resultaría en que estaríamos sacrificando la libertad y ayudando a crear un Estado cada vez más poderoso, discrecional y, en las palabras del Dr. Concheso, inevitablemente corrupto en lo social, en lo económico y en lo político.   

Tenemos que crear los controles para que jamás vuelva a ser utilizado en República Dominicana el orden como pretexto para la represión política.                     

La pérdida de la libertad por debilidad

En este sentido, acudo a dos citas de dos prohombres:

Uno de ellos es el libertador de la India, Mohandas Karamchand Gandhi. En uno de sus discursos dijo: “estoy absolutamente convencido de que ningún hombre pierde su libertad, sino por su propia debilidad” y de ese extraordinario norteamericano, John F. Kennedy, que dijo: “la libertad sin educación es siempre un peligro y la educación sin libertad resulta vana”.  Hace mucho tiempo que la intelligentzia dominicana debió luchar por el sitial que le corresponde en el debate nacional y rechazar el que le han otorgado las clases dirigenciales y que mansamente han aceptado. Una posición de primer orden y protagónica de la intelligentzia dominicana es fundamental, y la inacción lo consideraría un pecado capital social. Deben entender la extraordinaria frase de Johan Wolfgang Von Goethe, en su monumental obra literaria Fausto de que “solo ganan la libertad aquellos que la reconquistan todos los días”.

Esta situación de la “intelligentzia” y de la clase económica afecta seriamente la capacidad de construir un “proyecto de nación” a plazo largo y éste’, a su vez, tiende a disminuir la capacidad de poner en movimiento las acciones  necesarias para enfrentar con éxito las presiones de la globalización y de la revolución tecnológica, lo que dificulta obtener los mecanismos necesarios para enfrentar, con resultados positivos, los problemas de la inseguridad tanto urbana como rural.           

Estoy convencido de que hay una estrecha correlación entre el poder que tenga, en el debate nacional, la “intelligentzia” y el desarrollo de la nación. Desafortunadamente, en nuestro país, la “intelligentzia” tiene escaso peso en el debate nacional a pesar de que tiene tanto que aportar.

Porque los hombres y las mujeres que conforman este importante sector de la sociedad hablan y escriben por los otros, mientras se hacen en los otros como bien señalan estos versos de Octavio Paz, de su poema Piedra de Sol:

Una lucha eficiente contra la pobreza

La lucha contra la pobreza debe estar íntimamente ligada al comunitarismo por dos razones de peso: 1.Porque fortalece el sentido de autoestima ciudadana que es el combustible fundamental para crear una sociedad empoderada; éste es el reverso del “dao” que sólo crea dependencia y devalúa la estima de quien lo recibe; 2. y desde el punto de vista económico porque no penaliza al ciudadano productivo por ser productivo y, a la vez, provee al ciudadano no productivo enseñándole que la productividad es el único camino legítimo y es la vía más confiable para salir de la pobreza.     

El prominente intelectual latinoamericano Hernando de Soto plantea lo siguiente, concepto que comparto plenamente:

“Hoy, en el marco de la globalidad, de la extensión de ajustes económicos y regresivos, del incremento de la pobreza y de la brecha entre quienes más y quienes menos poseen, de los esfuerzos por generar condiciones para vivir con mayores niveles de seguridad, obligan a incluir herramientas que permitan involucrar nuevos actores, establecer alianzas y compromisos que reorganice un movimiento en pos de la valorada meta social”.

Creo necesario, y esta es una posición personal que ha llegado a través de cuatro décadas de estudio, que es necesario la creación sin pérdida de tiempo de un Bureau de Crédito que permita a jóvenes a partir de los 18 años, accesar al mismo creando así la posibilidad de incentivar al trabajo y, sobre todo, a la formación técnico y profesional de los sectores excluidos de las posibilidades de tener una vida digna.

La sociedad abierta y sus enemigos

La apertura el mundo de hoy plantea a nuestra sociedad retos y desafíos a enfrentar con los cuales estaríamos construyendo la posibilidad de que la nación pueda establecer una relación armoniosa entre los diversos sectores sociales, entendiendo que la diversidad de ideas y de intereses pueden crear fricciones que desencadenen problemáticas como las que afrontamos en estos momentos.

En su libro “La sociedad abierta y sus enemigos”, el Dr. Karl Popper nos expresa que el proceso de apertura y de profundización de la economía de mercado desencadena fuerzas contradictorias y conflictivas. Nos dice que estos procesos de cambios abruptos y constantes producen necesariamente sentimientos de inseguridad y de frustración.

En lo que corresponde al país, se acentúa aún más el proceso de alienación, aumentando el potencial de violencia e inseguridad como ocurre en los barrios y en los poblados rurales afectados por los desacuerdos intrínsicos de una alta penetración haitiana.

Dr. Popper plantea que querer optar por la apertura, compensa el sentido de inseguridad con los beneficios propios de estas reformas. También expresa que esta apertura  “crea el surgimiento en muchas personas -y a veces en sectores del gobierno- una voluntad contraria, un deseo de detener el cambio y tratar lo que es imposible: “darle a la vida un curso previsible” para lograr estos propósitos.

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