La pequeña burguesía dominicana está alborotá, como Cachita la del cha cha cha

La pequeña burguesía dominicana está alborotá, como Cachita la del cha cha cha

§ 1.Los maestros en el estudio analítico del comportamiento histórico, económico, ideológico, psicológico y costumbrista son por orden de importancia y profundidad Juan Bosch y su Composición social dominicana (1960), La pequeña burguesía en la historia dominicana (1985) y Clases sociales en la República Dominicana (1982) y los antecedentes inmediatos de los cuales se nutrió fueron Cartas a Evelina, publicadas en el Listín Diario y luego en forma de libro en 1942, la tesis doctoral de 1915-16 de Américo Lugo y la carta que este le envió el 20 de enero de 1916 a Horacio Vásquez, Pedro Andrés Pérez Cabral en La comunidad mulata (1967) y por último, el libro Al cabo de los cien años, de Rafael Augusto Sánchez Ravelo, redactado en 1944, pero publicado muchos años más tarde, en 1976. Hay material de autores como Bonó, Hostos y otros del siglo XX que tocan extensa o parcamente el tema, pero sin formar obra. Me he aventurado a seguir el tema de estos titanes en Política y teoría del futuro Estado nacional dominicano (Santo Domingo: Editora Universitaria de la UASD, 2012) y en otros ensayos sueltos, pero nadie se pica de haber agotado el tema, porque en cada Gobierno, desde 1961, fecha del ajusticiamiento de Trujillo, surgen matices grandes y pequeños, esperpénticos, risibles, extravagantes que desafían la audacia de esta clase que lucha por no proletarizarse y por ascender a burguesía en la escala social. Los rasgos que estos autores observaron en la pequeña burguesía son, a grandes trazos, la doblez, la simulación, la toma de sus deseos por la realidad, el elogio sin motivo y el halago de mentira cuando su propósito velado es arrancarle dinero a su interlocutor o conseguir un cargo público o privado, casi siempre una botella que le permita llevar la buena vida de restaurante en restaurante. Al lado de esta clase parasitaria convive otra fracción de la pequeña burguesía que parece haber heredado los valores de los trinitarios y ha sido heroína en todas las luchas políticas por la democracia y en contra de las intervenciones extranjeras (intentos de anexión a Estados Unidos, Inglaterra, Francia y España) con el ejemplo de las armas en las manos cuando la guerra contra Haití, la Anexión a España y las dos intervenciones estadounidenses en nuestro territorio. Esta fracción pequeñoburguesa posee unos valores patrios y una ética intransigente y no busca prebendas estatales, sino que se nutre del trabajo arduo en los campos o en los negocios o las profesiones liberales.

§ 2. La fracción pequeñoburguesa que trafica con los valores y posee los rasgos que Américo Lugo, Moscoso Puello, Bosch, Pérez Cabral y Sánchez Ravelo le endilgan, se metamorfoseó en los primeros años de lucha contra el Consejo de Estado y el Triunvirato y estuvo natagueando en los partidos de izquierda (sobre todo el 1J4 y el MPD), pero cuando ganó Bosch las elecciones de diciembre de 1962 una amplia capa de esa pequeña burguesía se sumó a las manifestaciones de reafirmación cristiana y al no ver porvenir en ese Gobierno se adscribió a la Unión Cívica Nacional y al resto de los minipartidos que se sumaron a la conspiración que dio al traste con el primer Gobierno libremente elegido en el país desde 1930. Caído el Gobierno de Bosch, la pequeña burguesía trepadora y logrera ascendió en los puestos públicos medianos y altos y formó una coraza antidemocrática gracias a la cual pudo gobernar el Triunvirato sin grandes sobresaltos hasta que el 24 de abril de 1965 cuando el sector liberal de esa pequeña burguesía produjo el golpe de Estado contra el Triunvirato y sorprendió a medio mundo, incluido el grupo de asesores militares de la embajada americana (MAAG), quienes reaccionaron rápida y desproporcionadamente asustados por el surgimiento de una segunda Cuba en América, producto de la paranoia que invadió a Washington cuando Fidel Castro declaró socialista a aquel país y ante el terror patológico y eufemístico excusaron su error político con la invasión militar del 28 de abril de 1965 donde intervinieron 42 mil soldados y un contingente de espías de todas las agencias de inteligencia de aquel país.

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§ 3. Ante el mancillamiento de la soberanía del país y el control militar del país que los invasores otorgaron a las fuerzas combinadas del CEFA de San Isidro y a las huestes del general Antonio Imbert Barrera, la pequeña burguesía realizó sus cálculos y masivamente se alineó con los vencedores y dejó en las 19 cuadras de Ciudad Nueva a los pequeños burgueses que enarbolaron la ideología de los trinitarios. Entonces la pequeña burguesía sin valores se alineó con la fracción oligárquica y burguesa que apoyó la intervención militar extranjera y colocó en los puestos claves del Gobierno de Reconstrucción Nacional a los representantes provinciales y capitaleños del frente oligárquico ya recompuesto en el período de transición del Consejo de Estado al Gobierno de Bosch. El peso de esa pequeña burguesía oportunista se concretizó en el apoyo a la represión a escala nacional contra todo el que manifestara simpatía por el Gobierno de Caamaño y la figura de Bosch y el ariete de esta lucha fue la bandera del anticomunismo. Y ocurrió lo mismo que sucedió en la primera intervención militar estadounidense de 1916-24: la connivencia de los miembros de la oligarquía y la pequeña burguesía sin ética con los invasores y el surgimiento de matrimonios entre soldados y oficiales invasores con las hijas de esa pequeña burguesía que vieron en esto la oportunidad de ascenso social vía el matrimonio, con ciudadanía americana incluida y una parentela mixta de traidores.

§ 4. La misma secuela de males que dejó la primera ocupación militar de 1916-24, la dejó con creces la segunda intervención. Las dos dictaduras comisarias cuya misión fue preparar las elecciones que legitimaron las dos intervenciones y sus leyes y acciones: los Gobiernos de Horacio Vásquez y Trujillo y los de García Godoy y Balaguer. Desde aquel remoto 1966, la pequeña burguesía sin ética ha vivido saltando de un Gobierno a otro como hicieron sus ancestros bolos y coludos y conservadores y liberales que según Bosch cambiaban de chaqueta de un día a otro sin que este cambio brusco ameritara una explicación política ni un acto de contrición o vergüenza. Al contrario, desde 1966, con Balaguer y luego con los tres Gobiernos del PRD y los 20 años de Gobierno del PLD, surgió una floración de minipartidos que vegetan, con éxito, como rémoras que saben aliarse al ganador, lo que ha producido una distorsión y una confusión que ha venido a agregar más inconciencia política e inconsciencia nacional a la que ya caracterizaba a la descrita por Américo Lugo en su carta a Horacio Vásquez en 1916, y que, al carecer de estos dos atributos, el pueblo dominicano no había sido capaz de crear un verdadero Estado nacional a semejanza de los existentes en los Estados Unidos y Europa. Y agrego que esta deficiencia es, hasta hoy, específica, en grado máximo o menor, de los países iberoamericanos.

§ 5. Semejante distorsión de la ética, los valores democráticos y la honestidad ha permitido después de la muerte de Trujillo la cultura de la permisividad y relatividad donde el respeto a la ley y a la honestidad ha sido sustituido por la impunidad ante todos los actos de corrupción que caracterizan a la actual sociedad dominicana, la cual ha erigido como valor supremo el enriquecimiento ilícito (narcotráfico, robo al erario, evasión fiscal, lavado de activos, bancas de loterías ilegales, irrespeto a la Ley del Tránsito, etc.) y la existencia de un Estado clientelista y patrimonialista donde cada cual impone la ley del más fuerte en su pequeño territorio o punto geográfico controlado. La cultura de la vagancia, obtención del dinero fácil, la sociedad del espectáculo y la exhibición de las riquezas adquiridas mediante la violencia y la criminalidad son actos cotidianos que los ciudadanos contemplan inermes y desprotegidos por parte de la autoridad que desea, desde el presidente de la República hasta los regidores, alcaldes y legisladores terminar en silencio y en paz sus cuatro años de Gobierno y de ser posible reelegirse sin mucho ruido como para no llamar la atención y concentrarse en llenar a los pobres de tarjetas que una vez gastada la provisión económica reproducen el círculo vicioso de la miseria y la vuelta al clientelismo del dame más y con la novedad que antes los pobres asistían voluntariamente a las manifestaciones convocadas por los Balaguer, Bosch y Peña Gómez, pero hoy han sido construidas unas redes de reclutamiento de clientes que asisten a los mítines por un plato de comida, una botella de ron y una botellita de agua. Y a esos reclutadores, los partidos les pagan muy bien si quieren que la prensa, que se ha convertido casi en su totalidad en difusora de noticias light, sucesos, muertes y tragedias, les reseñe el mitin y les saque fotos del evento. Pero esos mismos reclutadores les venden la misma clientela llevada en motoconchos, motores y autobuses a los partidos contrarios que les paguen sus servicios.

§ 6. Este es el estado de situación de nuestra democracia colimocha desde la instalación del Consejo de Estado hasta hoy. La ideología de esa pequeña burguesía a la que Bosch llamaba “potrero sin puertas” se ha instalado como reina de todos los rincones del país donde se mueva dinero fácil sin trabajar y donde el crimen y la violencia dictan las reglas en medio de una población aterrorizada, la cual pone los muertos hasta por el robo de un celular, disputa por un parqueo, roce de un vehículo a otro, una mala mirada que el delincuente ha interpretado como una ofensa, feminicidios, incestos, y un sistema de protección de crímenes y delitos que funcionan como los convictos de asesinatos de policías, fiscales, jueces y otros representantes de la autoridad cuyas organizaciones les envían a los Estados Unidos u otros países de débil institucionalidad para que se enfríen en lo que se olvida la fechoría y allá en el extranjero le montan un negocio inofensivo (generalmente un restaurante) donde el tipo pasa por un inocente ciudadano respetuoso de la ley y respetuoso de sus vecinos, pero capaz de tener en una caja fuerte suficientes dólares y hasta un pistolón capaz de despacharte al otro mundo ante el menor asomo de amenaza.

§ 7. El comportamiento de los políticos está muy arisco con tantos socios presos en Najayo y se anuncian más expedientes como el de los Tucano…La pequeña burguesía está más alborotá que Cachita la del chacha cha de Omara Portuondo. En la Academia de la Lengua votaron en las elección unilateral del 7 de junio pasado hasta los muertos, corrió dinero y hubo transfuguismo de una plancha a otra y los sin uso de sus facultades mentales votaron y los académicos que gozan de perfecta salud entregaron su voto a Bruno para que él lo firmase y le pusiese fecha el día de las elecciones; en Academia de la Historia sucedió lo nunca vista entre dos miembros que se dijeron hasta barriga verde y superaron el pugilato de descalificaciones de Hugo Tolentino-Franklin Franco; el Instituto Duartiano, bregando en contra de los haitianos cuando Duarte lo que dijo fue lo contrario, que debíamos negociar y mantener relaciones con Haití, porque aquí todos somos mayoritariamente mulatos y descendemos de esclavos africanos. En la ADP, en la UASD, donde quiera que haya una asociación, oenegé, etc., donde quiera que se mueva dinero, ahí surge la pequeña burguesía a competir con su propia plancha y a intentar ganar y, si no gana, como dice Sánchez Ravelo, el individualismo que la caracteriza la impele a destruir lo que no puede controlar. En los ministerios de Cultura y de Educación la pequeña burguesía intelectual o fabricante de libros de textos se están matando por conseguir contratos millonarios. Los intelectuales a secas están dados al pecado con el Gobierno, porque creen que los Gobiernos están para promover y proteger la cultura y darles empleos a los escritores y poetas. Y el punto de mate serán los comicios municipales, legislativos y presidenciales en febrero y junio de 2024 cuando se soltará el loco de la corrupción, los candidatos de los poderes fácticos y del narcotráfico y de todos los sectores autoritarios que propician la ilegalidad y la impunidad a través de unos diputados y senadores que al llegar a las cámaras se vuelven ciegos, sordos y mudos. ¿Y quién sin dinero bien o mal habido puede aguantar una campaña electoral que cuesta millones de pesos para un simple candidato a regidor, a alcalde o a legislador? Y de la presidencia ni se hable del peluquín, pues todo dinero mal habido y aportado encuentra la excusa de la ignorancia: «Usted sabe que en un tipo de campaña como es el de la Presidencia, uno encuentra tanta gente que se acerca a uno que no hay tiempo para depurar las contribuciones.» A través de interpósita persona se cuelan los candidatos del narcotráfico, el lavado de activos, los evasores de impuestos, los poderes fácticos y los dueños de bancas de apuestas ilegales.

Un amplio sector de la pequeña burguesía no le tiene lealtad a nada ni nadie, porque carece de conciencia política, de conciencia nacional y tampoco tiene principios éticos. Miles de matrimonios disfuncionales con hijos que sufren enfermedades mentales graves que les conducen a rebeldías crónicas o al suicidio. Causas de estos hogares disfunciones: matrimonios sin amor es igual a sexo sin amor y los resultados son infidelidades de uno y otro lado, conflictos de violencia familiar y peleas violentas que a veces terminan en feminicidios, problemas de ascenso social o económico y competencia entre parejas matrimoniales a cuál posea más bienes materiales y riquezas. Ante este quebradero de cabeza, la gente se pregunta a través de los medios y redes sociales, ¿Qué está pasando en este país que nadie respeta la ley y donde cada cual se construye la suya propia? Las cuatro patas de la mesa de la cultura light y su tope, el materialismo, tienen mucho que ver con este malestar cultural, social, económico y político.

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