Después de haber fracasado en varias ocasiones, el Dr. Pedro Sing Ureña, un reconocido galeno capitaleño nacido en la populosa barriada de San Antón, de la llamada ciudad intramuros, se convirtió en el flamante nuevo Presidente juramentado del Colegio Médico Dominicano.

Haciendo la observación de que no hay punto de comparación, el extinto Presidente chileno Salvador Allende fracasó en sus primeros intentos; lo mismo ocurrió con Inácio Lula Da Silva, en Brasil, confirmando la casi bíblica sentencia de que la última es la vencida.

El Dr. Sing Ureña, cuyo Padre José Sing, de origen chino, pero dominicano como el que más, fue un gran deportista y tesorero de la Federación de Boxeo, a base de un trabajo tenaz sistemático transformó lo que era una especie de sueño o quimera en realidad, al ganar sorpresivamente la Presidencia del CMD.

Pedro Sing Ureña constituye el ejemplo de un profesional que se trazó una meta y la logró, venciendo todos los obstáculos y aprovechando una coyuntura política que le favoreció. Hoy más que nunca quien suscribe este comentario cree en el azar del destino y en lo que el reconocido poeta Tony Raful llama “el destino como categoría histórica”.

El Dr. Sing Ureña ha anunciado la implementación de un nuevo estilo al frente del CMD, priorizando el diálogo y rechazando las huelgas en los hospitales públicos, un compromiso un tanto difícil de cumplir por la naturaleza de ese combativo gremio profesional.

Sin embargo, el propósito es saludable y sensato, y en tal virtud ha sido recibido con beneplácito por los sectores más racionales del país, incluyendo como es natural a la multimillonaria población dominicana que se beneficia de la asistencia médica en los hospitales públicos, y las autoridades del Ministerio de Salud, cuyo éxito en gran medida depende de la paz y armonía laboral entre los responsables del sistema sanitario nacional. El nuevo Presidente del CMD por su historial de perseverancia, constancia y fe en sí mismo, pero fundamentalmente por su experiencia y profundo conocimiento de la problemática de la salud está llamado a cumplir con los retos y desafíos que tiene por delante, contribuyendo al mejoramiento y la humanización de los servicios hospitalarios en la República Dominicana.

Le auguramos el mayor de los éxito al Dr. Pedro Sing Ureña en su gestión al frente del Colegio Médico Dominicano, su compromiso con el país y con la clase profesional a la que pertenece. Estamos seguros de que tu madre doña Sara, que en paz descanse, desde el cielo, estará regocijada por tu triunfo (Pedrito) y echándote bendiciones!