REDACCION CENTRAL (EFE).- Los precios del crudo han saltado hoy todas las barreras razonables -el Texas a 53 dólares y el Brent rozando los 50- lo que supone el sueño de rentabilidad para los especuladores y una pesadilla para la economía mundial.

   Los analistas buscan los culpables de esta imparable escalada del petróleo y reparten sus acusaciones: *Es una red especulativa de astronómicos beneficios o son los desastres naturales, huelgas o conflictos políticos que sacuden el mundo?.

   De esta forma desfilan ante el atónito consumidor una retahíla de argumentos que tratan de justificar por qué el crudo está hoy por las nubes y sin visos de variar esa trayectoria alcista.

   Hace una semana eran los efectos en la producción petrolera del huracán Iván en el golfo de México o la situación casi de bancarrota de la petrolera rusa Yukos.

   En las últimas horas entraron en juego los datos sobre las reservas almacenadas de crudo de EEUU, más bajas de lo habitual, y por si eso no fuese convincente se sacó a colación la huelga en la petrolera Shell en Nigeria.

   Otros apuntan las previsiones de un aumento del 20 por ciento de la demanda energética de China. El gigante asiático puede desestabilizar el mercado.

   Este conglomerado de argumentos pueden influir en el precio del crudo, aunque es difícil asimilar que lo puedan aupar hasta las nubes. La principal causa que apuntan los expertos es otra y se llama «negocio» o «especulación».

   La asesoría de mercado en mercados energéticos PVM indica en su último boletín que la «explosión de los precios» hay que buscarla en la volatilidad de los mercados que atraer a los especuladores.

   Cuando las bolsas tienen rentabilidades mínimas y otros instrumentos financieros siguen pautas similares, en un ciclo bajista de los tipos de interés se comprende que los inversores recurran «al becerro del oro negro».