La petrodiplomacia de Chávez: ayuda al mundo a cambio de blindaje político

La petrodiplomacia de Chávez: ayuda al mundo a cambio de blindaje político

POR VÍCTOR FLORES
CARACAS (AFP).-
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, prosigue sus planes de integración con sus socios latinoamericanos, en los que invierte sin cesar sus petrodólares a cambio de liderazgo y blindaje político en su confrontación con Estados Unidos.

El despliegue para “cambiar el mundo”, como gusta decir a Chávez, es de tal dimensión que el chorro de gasolina barata venezolana subsidiada llega hasta los pobres de varias capitales, desde Managua y San Salvador hasta Londres y Nueva York.

Pero nadie sabe cuánto cuesta al gobierno de Chávez mantener esas influencias: va desde la compra de deuda argentina al suministro de hidrocaburos en condiciones preferenciales, en particular a Cuba, que incluyen créditos blandos, el trueque por bienes, servicios médicos o ganado.

“Es el secreto mejor guardado de este gobierno, pero fuentes independientes afirman que gira alrededor de los 17.000 y los 19.000 millones de dólares”, dijo a la AFP el ex presidente de las filiales de Shell y Exxon en Venezuela, Alberto Quiroz Corradi, al referirse a los proyectos de cooperación para los próximos años.

Esos cálculos “están basados en datos que no están muy claros”. Y son desconcertantes: el ingreso público total de Venezuela en 2005 fue superior a 2004 en 34.000 millones de dólares, “casi todo por petróleo”.

Es un monto suficiente para pagar la deuda pública venezolana, de unos 30.000 millones de dólares según datos oficiales, afirma Corradi, que se desempeña como analista petrolero.

Pero para Chávez los planes de asistencia social y apoyo a sus socios en América Latina y el mundo parecen ser prioritarios.

“El gobierno otorga ayuda para obtener apoyo internacional, en foros como la OEA, donde cuenta con el voto de países de Centroamérica y El Caribe”, dijo Quiroz Corradi.

“Tiene que procurarse al menos una posición de neutralidad de otras regiones o de amistad, con vistas a las tensiones entre Caracas y Washington”, dijo a la AFP el general de división Alberto Muller Rojas, miembro del Estado Mayor de la Defensa venezolana, sobre la reciente gira de Chávez por Europa y Africa.

Sin embargo, el activismo de Chávez propinó un revés a uno de sus mejores amigos: el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, que lidera una visión moderada de la izquierda latinoamericana.

“Chávez le está disputando el liderazgo a Lula”, que debe lidiar con los intereses nacionales mientras busca la reelección, dijo Quiroz Corradi.

El presidente venezolano “es el único que está dando apoyos a cambio de casi nada”, opinó.

A diferencia de Chávez, que ha derrotado en varias oportunidades a sus opositores y según los sondeos tendría asegurada la reelección, Lula, que también la busca, se recupera de una grave crisis política por escándalos de corrupción.

El brasileño lanzó en 2004 con pompa la Comunidad Sudamericana de Naciones, integrada por 12 países, un viejo sueño de la cancillería de Itamaratí.

Dos años después, Caracas trata de ponerle música caribeña a este concierto de países.

Esta semana Chávez anunció un protocolo para la integración progresiva venezolana al Mercosur en 2010 y dio un nuevo sentido al símbolo del Mercosur, la Cruz del Sur: dos ejes imaginarios Caracas-Buenos Aires y La Paz-Brasilia.

Cuando Evo Morales nacionalizó los hidrocarburos Chávez aplaudió a rabiar, y ahora se apresta a firmar en La Paz convenios para reforzar su proyecto del ALBA (Alternativa Bolivariana de las Américas), el eje duro que forma Venezuela con Bolivia y Cuba.

Antes, Venezuela dejó malherida a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) cuando la abandonó el mes pasado, entre ácidas críticas a los acuerdos de libre comercio emprendidos con Estados Unidos por Perú y Colombia. De pasó, salió del Grupo de los Tres que formaba con Bogotá y México.

Mientras tanto, Brasil parece incapaz de suavizar con su bossa nova a la amarga disputa entre Argentina y Uruguay por la millonaria instalación de dos papeleras en un río fronterizo.

Además, el gigantesco país -el de las mayores inversiones en Bolivia- ahora podría tener que pagar 60% más por el gas boliviano.

Con una reunión de ministros de la OPEP la próxima semana en Caracas, el activismo de Chávez en la escena internacional no tiene pausa, aunque en ese foro la música que se toca es más bien árabe.

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