POR MIRFAK ROWLAND
Aunque a veces engaña porque parece dulce y al probarla sale agria, la piña es una fruta  que nunca deja de ser consumida por los dominicanos y que se ha convertido en uno de los manjares tropicales más demandados para la elaboración de deliciosos jugos y para aportar un sabor agridulce a las comidas.

Este rico fruto fue encontrado en el Caribe por primera vez en Puerto Rico, en  la época en que los aborígenes eran los pobladores. Estos decidieron nombrarla “yayagua”, “yayama” y “boniana”, pero, cuando los españoles llegaron allí, cambiaron su nombre al de “piña” por parecérsele ésta a una fruta que tiene  este mismo nombre y que se produce del pino europeo.

La piña pertenece a la familia de las Bromeliáceas, que comprende unas 1.400 especies de plantas, casi todas herbáceas, de hoja perenne y con flores muy llamativas. Su nombre científico es “ananás comosus”. Se presume que su lugar de origen es Brasil y fue importada por los indios a Puerto Rico antes del siglo XVI. Los españoles encontraron plantaciones de piña también en otras islas, pero no en Santo Domingo, donde se hizo una plantación en 1510 con piñas traídas desde la vecina isla.

 Beneficios de la piña

Una vez pelada y cortada, la piña se puede conservar en la nevera recubierta con un envoltorio de plástico, aunque se ha de consumir lo antes posible

La piña posee un alto contenido en agua, hidratos de carbono, potasio, yodo y vitamina C. Además, posee Bromelina, una enzima que ayuda a la digestión de las proteínas. Pese a su sabor dulce, su valor calórico es moderado. Esta fruta es ideal para ayudar a la formación de los huesos, los dientes y los glóbulos rojos, y es indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroidea, que regula el metabolismo. Además, favorece la absorción de hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. Su aporte de fibras mejora el tránsito intestinal y previene muchas enfermedades.

Trucos para elegirla y conservarla

Aquí algunos trucos extraídos de algunas páginas  web que ayudarán a una mejor conservación y elección de la piña:

Las piñas están maduras en el momento en el que las puntas de las brácteas cambian del color verde al anaranjado, a pesar de que el color del fruto sea verde.

Si el extremo del tallo está mohoso o manchado, las hojas marchitas o la fruta golpeada, mejor no comprarla. Su olor debe ser dulce en la base y la cáscara del fruto no debe hundirse bajo la presión del dedo.

La piña es una fruta muy frágil y sensible a los cambios bruscos de temperatura. Se puede conservar durante unos días en un lugar fresco y seco, aunque nunca en el frigorífico porque se deteriora a temperaturas inferiores a los 7º C.

Una vez pelada y cortada, la piña se puede conservar en la nevera recubierta con un envoltorio de plástico, aunque se ha de consumir lo antes posible. A partir del punto óptimo de madurez comienza a perder su jugosidad con gran rapidez.

Volteado de piña

Ingredientes:

2 tazas de margarina
2 tazas de azúcar
1/2 cucharadita de sal
4 tazas de harina
4 cucharaditas de polvo de hornear
1/2 taza de agua
Sabor al gusto

Para el molde:

1 lata de piña en ruedas
1/2 taza de azúcar morena
2 cucharadas de margarina
4 o 5 ciruelas pasas o cherrys

Preparación:

Batir margarina, azúcar y sal hasta hacer una mezcla blanda y esponjosa. Agregar los huevos enteros uno a uno, batiendo muy bien antes de adicionar el siguiente. Cernir la harina con polvo de hornear y agregar un poco de harina a la primera mezcla, alternando con poquitos de agua, teniendo en cuenta que al hacer esto  se debe comenzar y terminar con la harina.

Enmargarinar, espolvorear con azúcar morena, colocar las ruedas de piña, ciruelas pasas y cherrys, poner la mezcla de bizcocho y llevar al horno a 350º C por 50 o 60 minutos. Desmoldar desde que saque del horno.

Pollo con manzana y piña

Ingredientes:

1 pollo de 2 1/2 libras cortado en pedazos (si se desea)
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta
6 cucharadas de margarina derretida
1 taza de cebolla picada
1/2 taza de brandy
1 cubito de caldo de pollo
1 manzana
1 cucharada de azúcar
1 cucharadita de fécula de maíz
1/2 taza de crema de leche
2 cucharadas de perejil

Preparación:

Sazone el pollo y fríalo en 2 cucharadas de margarina. Retírelo y fría la cebolla, añada el pollo, el brandy, deje que se caliente y enciéndalo. Cuando se apague la llama, agregue el cubito y cocínelo por 15 minutos.

Mientras tanto, pique la manzana, caliente el resto de la margarina y fría la manzana con el azúcar.

Saque el pollo, colóquelo en un platón caliente y póngale encima la manzana o la piña. En el líquido que queda, añada la fécula de maíz diluida en un poco de agua, la crema de leche y el perejil y eche por encima del pollo.