La plasticidad
cerebral y la madre

La plasticidad <BR>cerebral y la madre

En el trascendente “Día de las Madres”, las felicito a todas con un beso a la mía (Doña Vaganiona). Como parte de las actividades que lleva a cabo el Club de la Epilepsia que me honro en presidir, la licenciada Nina Rodríguez Hermida, Ph.D, nos brindó la conferencia “Desarrollo Neurológico, qué hacer por tu hijo con lesión cerebral”.

Fue una experiencia aleccionadora para todos los neurocientistas que pertenecemos al Club, por la conmovedora y tierna historia, por lo titánico de la misión maternal expuesta. Cada último lunes de mes, nos reunimos en los salones de los Laboratorios Dres. Mallén, para una de las variadas actividades científicas que llevamos a cabo como institución, empeñada en sacar las epilepsias de las sombras.

En la oportunidad la Lic. Rodríguez nos habló de su experiencia personal con su propia hija, la cual nació con problemas de desarrollo cerebral; nos relató del periplo médico padecido tanto en el país como en Boston, procurando los padres un diagnóstico definitivo ante la problemática de su hija, y de cómo los neurólogos sólo se atrevían a mencionar la sintomatología, pero sin un diagnóstico definitivo para etiquetar el caso de su hermosa niña. La niña no hablaba, no caminaba, con una muy pobre comunicación con su entorno. Desesperada la madre, contacta la institución fundada por Glenn Doman, el cual es uno de los pioneros en el campo de rehabilitación de los aspectos motores y cognitivos en los niños.

Este sistema de rehabilitación muy complejo e integral, es verdaderamente holista, pues los estímulos son motores y cognitivos; se fundamenta en trabajos intensos de muchas horas al día con el niño, procurando una hiperestimulación. Basado en la “plasticidad cerebral”, se puede rediseñar el cerebro, esto lo demostró el neurocientista Michael Merzenich, a quien conocimos en el Brain Summit en Ohio, hace tres semanas. Es posible cambiar el cerebro para agudizar la percepción y la memoria, incrementar la velocidad de pensamiento y solucionar los problemas de aprendizaje.

Se ha demostrado que ejercitar el cerebro puede ser tan eficaz como los medicamentos para tratar enfermedades tan graves como la esquizofrenia; pues la plasticidad existe desde que nacemos hasta que morimos, y que las mejoras radicales en el funcionamiento cognitivo -la manera en que aprendemos, pensamos, percibimos y recordamos-, son posibles, incluso en personas de edad avanzada. Imaginemos el cerebro noble del niño, los que al practicar una nueva destreza pueden cambiar cientos de millones e incluso miles de millones de las conexiones entre las neuronas de nuestro cerebro. Este sistema plantea, que el niño debe ser enseñado a leer desde su nacimiento. Bien sabemos que la corteza cerebral está continuamente compendiando y perfeccionando nuestras capacidades, pues el cerebro no es un recipiente inanimado que podemos llenar; por el contrario, es un órgano vivo con avidez de aprender, capaz de desarrollarse y de cambiarse así mismo; esa es la plasticidad cerebral.

Fue un sensible testimonio, de amorosa entrega y perseverancia en procura de la mejoría de su hija, ejemplo de amor filial para la sociedad. Reafirmamos que con ternura, persistencia y estímulos, el cerebro cambia y mejoramos. Dijo la Lic. Rodríguez Hermida: “Todas las madres son especiales y viven para sus hijos. Las madres de niños especiales les damos nuestras vidas”. ¡Felicidades para todas las madres!

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