La conmemoración del 168 aniversario de la Independencia Nacional encuentra al monumento alegórico a la sociedad secreta que le dio origen sumido en el deterioro y como refugio de los llamados “palomos” que  utilizan el otrora atractivo lugar para drogarse, asaltar y dormir.

Construida en el año 1966 como un tributo a los héroes de la Independencia, la plazoleta La Trinitaria era el punto de concurrencia para conciertos, para actividades culturales,  recreo familiar y encuentro de enamorados.

Sin embargo, en los últimos años el lugar ha estado en un constante proceso de deterioro, que fue interrumpido por unos meses  el año pasado, pero que ha vuelto a reflejar el descuido de las autoridades en su mantenimiento.

 Hace un año,  la Dirección Nacional de Embellecimiento condenó la puerta que conduce a su interior, pintó las paredes y cubrió con tierra y grama el espacio de la fuente, que era el atractivo que siempre le caracterizó.

En esa ocasión el jefe de la Policía Nacional, mayor general José Polanco Gómez, se comprometió a dar vigilancia al espacio, pero todo quedó en promesas.

“Ahí se hace de todo. Los palomos huelen cemento, fuman droga, roban, hacen sus necesidades, duermen y viven. Eso está completamente abandonado”, expresó Sandro Valenzuela, de 43 años, quien es motoconchista en la zona.

Dijo que el lugar ha sido escenario de riñas entre los mismos ‘palomos’ y hasta se han registrado muertes.

Remembranzas. Cuestionado sobre el lugar, Arsenio Suero, de 52 años de edad, suspira y recuerda los momentos agradables que pasó en el lugar.

 “Oye, ahí yo venía con mi esposa y mis hijos. Nos pasábamos la tarde los fines de semana. Era un lugar hermoso y mira ahora. No se conduelen ni siquiera de que es la entrada de la ciudad”, señaló.

Explicó que lleva varios años en la zona y ha visto cómo poco a poco el lugar ha llegado donde está.

“Los ladrones asaltan y vienen corriendo  a meterse ahí”, indicó.

Suero dijo que aunque hicieron un “lavado de cara”, las autoridades se han vuelto a olvidar de la plaza que tantos recuerdos dejó en la memoria de quienes la disfrutaron.

Las claves

“Plaza de la Fuente”

La cortina de agua que caía desde dentro del monumento dio lugar a que fuera también conocida como ‘la fuente’ y era el atractivo principal a la entrada a la ciudad que en ese entonces sólo tenía el puente Juan Pablo Duarte.

 Restos de bandera

En la plaza había un escudo  y una bandera en bronce, pero hoy sólo quedan restos de la bandera en un metal verdoso. El escudo no está.

 “Palomos”

Ayer dos jovencitos de los que pululan por el área dormían sobre cartones, mientras una enajenada mental se paseaba por  el entorno. Personas consultadas en los alrededores de la plazoleta dicen que la mujer utiliza el lugar para defecar y llevar basura.