La población económicamente activa ocupada perceptora de ingresos (PEAOPI) en todos los sectores productivos disminuyó 327,917 remunerados (-7.19%) entre enero-septiembre 2020 en comparación a igual período del 2019, al mismo tiempo que el gobierno central incumplió su promesa de promover condiciones favorables a la creación de más de 100,000 plazas de trabajo anuales.

De acuerdo a los datos suministrado por el economista Luis H. Vargas, en el periodo antes mencionado la renta por trabajo global se contrajo RD$40,837 millones (-15.30%) de RD$266,927 millones a RD$226,090 millones; en gran medida en el sector de los servicios, cuyo desplome de RD$34,746 millones (-17.46%) representó la colosal cuota de casi 85% de tal caída.

Vargas indica que el impacto negativo de la fase depresiva de la economía y la finanza internacionales desde 2019 , acelerada por la crisis sanitaria a raíz de la pandemia mundial de la covid-19 a partir de 2020, en la nación dominicana se ha reflejado en una reducción brutal de la participación del ingreso laboral tanto en el valor agregado por rama de actividad económica como en el producto bruto interno en los últimos 12 meses indicados.

Señala que el primer caso, la incidencia relativa del total de los ingresos de los trabajadores en la totalidad del valor añadido, descendió a 21.98% en el trimestre de julio-septiembre 2020 de 25.78% en el pasado año de julio-septiembre; incluyendo a 20.63% de 24.68% en el sector primario, a 13.89% de 16.43% en el sector secundario y a 26.76% de 30.59% en el sector terciario.

Por igual destaca que en tal lapso de cuatro trimestres, las remuneraciones por trabajo en cada sector de producción, con respecto al Producto Bruto Interno trimestral, registraron un achicamiento de 1.26% a 1.17% en la agricultura y ganadería, de 4.81% a 4.44% en todas las industrias de minas y canteras, manufacturas locales, zonas francas industriales de exportación, electricidad y agua y construcción de viviendas, edificaciones y obras; y, finalmente, de 17.76% a 14.89% en las empresas de servicios.

El economista resalta que se registro un retroceso conjunto de 23.83% a 20.51% o, lo que es lo mismo, a cerca de una quinta parte por cada 100 pesos de producción bruta interna después de haber arribado a aproximadamente una cuarta parte.

Sostiene que otra prueba palpable del deterioro del nivel y calidad de vida de los trabajadores y sus familiares se encuentra en el pronunciado retroceso del ingreso laboral nominal promedio mensual, entre julio-septiembre de 2019 a julio-septiembre de 2020, de RD$19,510 a RD$17,810, equivalente a una resta de RD$1,705 (-8.74%) de capacidad de compra de bienes y servicios básicos de sustento de innumerables hogares.

Concluye que en el último trimestre de julio-septiembre 2020 en ningún caso la renta mensual de los laborantes ocupados permitió adquirir la canasta familiar nacional de consumo de bienes y servicios vitales valorada en RD$36,584.

Agrega que toda vez que la cotización de la mano de obra más alta apenas representó el 59.50% de dicho coste, representa una señal “innegable” de la grave crisis que azota el nivel y calidad de vida de la gran mayoría de las distintas capas de trabajadores dominicanos. Atribuye la situación a “injusta” distribución de ingreso y patrimonio nacionales y la sustentación de regímenes de producción e inversión favorables a una minoría contraria al desarrollo sostenible del país.