Las cifras son aterradoras y como afirmó la secretaria de Estado española de Cooperación Internacional, Leire Pajín, «los datos no invitan al optimismo». Unos 640 millones de niños y niñas carecen de una vivienda adecuada, 500 millones no tienen acceso al saneamiento, 400 millones no consumen agua potable, 270 millones están privados de atención sanitaria, 140 millones nunca han ido a la escuela y 90 millones no tienen una alimentación básica.

Los niños y niñas experimentan la pobreza de una manera distinta a como lo hacen los adultos, explica el informe, al mismo tiempo UNICEF afirma que los indicadores tradicionales relacionados con los ingresos o el consumo no reflejan completamente la forma en que la pobreza perjudica realmente a la infancia.

PROMESAS INCUMPLIDAS

En la presentación del informe en Madrid (España), el presidente de UNICEF-Comité Español, Francisco González Bueno, dice que el mundo pasa por «una época de retroceso en los derechos humanos» e insistió en que todos los niños del mundo tienen unos derechos que son «exigibles».

La directora ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy, durante la presentación del análisis en la London School of Economy, denunció la existencia de gobiernos que «toman decisiones deliberadas y con conocimiento de causa que en realidad perjudican a la infancia» y reiteró que no se ha logrado cumplir las promesas que se hicieron sobre los niños.

El informe resalta la incapacidad de los gobiernos para cumplir con las normas de la Convención de los Derechos del Niño, creada en 1989 y ratificada por 192 representantes, es decir, por todos los países de Naciones Unidas excepto Estados Unidos y Somalia. Además, se está muy lejos de alcanzar los Objetivos del Milenio, acordados en el 2000. Mientras que el gasto militar mundial en 2003 fue de 956.000 millones de dólares, el gasto anual que se requiere para alcanzar dichos objetivos sería de 40.000 millones a 70.000 millones de dólares.

Según UNICEF, estos malos resultados causan un perjuicio permanente a los niños y niñas e impide un avance hacia los derechos humanos y un desarrollo económico. González Bueno indicó la importancia de trabajar «en derechos y en justicia» y recordó que los niños son el futuro de la humanidad y que está ligado al respeto de sus derechos, a su bienestar y a su desarrollo.

Junto a esto, Leire Pajín reclamó «una gran alianza mundial» y pidió «un esfuerzo doble o triple de la comunidad internacional para acabar con la pobreza, que debe ser un compromiso ético de los ciudadanos, pero también una obligación global de los gobiernos».

Y aunque los países subdesarrollados soportan un mayor índice de pobreza, ésta no es exclusiva de estas zonas. La pobreza infantil ha sufrido un aumento considerable en algunos países ricos, en 11 de los 15 países desarrollados analizados, la proporción de niños y niñas que vivían en hogares con bajos ingresos se ha incrementado en los últimos diez años.

POBREZA, GUERRA Y SIDA

Muchos niños y niñas se ven cada día en peligro. Según el informe de UNICEF, la pobreza extrema es uno de los elementos que favorecen el comienzo de cualquier conflicto armado y los más pequeños se encuentran atrapados en él.

De los 3,6 millones de personas que murieron en guerras, producidas desde 1990, la mitad (un 45 por ciento) eran menores de edad y millones de pequeños fueron heridos graves, se enfrentaron a la violencia sexual, el trauma y el hambre. Además, 20 millones de niños y niñas tuvieron que abandonar sus casas para escapar del conflicto, y todavía se recluta o secuestra a cientos de miles de niños y niñas para participar como soldados.

Junto a esto, las repercusiones de las guerras sobre la salud son excesivas. Por ejemplo, en muchos países en conflicto se observó una gran incidencia del sida.

En estos momentos, el VIH/SIDA es la primera causa de mortalidad de personas de 15 a 49 años en el mundo. En 2003 se registraron 2,9 millones de fallecidos por este virus, casi medio millón eran menores de 15 años. Alrededor de un 4 por ciento de las muertes entre los niños y las niñas son debidas al sida.

Pero al niño esta enfermedad no sólo le afecta si la padece él, según indica el informe la enfermedad o muerte de una madre, padre o cuidador durante los primeros años de vida de los pequeños hacen peligrar el cumplimiento de las necesidades básicas de la infancia.

En 2003 se registraron 40 millones de personas con el VIH/SIDA, la mayoría en África subsahariana. Sin embargo, González Bueno aseguró que la misma catástrofe que está ocurriendo en el continente africano puede suceder en otros lugares como Latinoamérica, Haití o Jamaica, ya que soportan unos índices de infectados similares a los africanos hace diez años.

El embajador de Guatemala en España, Roberto Eduardo Gereda Taracena, quiso ratificar todo lo dicho en el informe de UNICEF, «en mi país tenemos los tres problemas, la pobreza, la guerra y el sida» y mostró su desesperanza al leer un informe como éste.

También la embajadora de Costa Rica en España, María Elena Pozuelo Pagés, quiso explicar que la eliminación del ejército en su país hizo posible una mayor inversión en educación y salud, «aunque todavía tenemos el problema del sida», se lamentó.

Leire Pajín declaró que «el reto de América Latina es la repartición de la riqueza», algo que debería hacerse en todo el mundo. EFE-Reportaje.