POR CARMEN CARVAJAL
La República Dominicana tiene actualmente dos millones más de pobres que hace cuatro años, pero el país puede cumplir los objetivos del milenio y bajar a la mitad estos niveles de pobreza si logra un crecimiento sostenido y constante similar al experimentado en la década del 90, sin deteriorar la distribución equitativa del ingreso.

En un extenso documento en que la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo analiza los Objetivos de Desarrollo del Milenio, República Dominicana 2004, destaca los desafíos que supone el estado de pobreza, especialmente ante la crisis económica y financiera, que dificulta la recuperación de la senda del crecimiento de la década pasada.

El estudio, que presenta datos estadísticos del 2000, pero destaca las dificultades para hacer estos trabajos debido a las deficiencias estadísticas del país, explica que para vencer las actuales dificultades es necesario reducir el déficit cuasi fiscal del Banco Central mediante operaciones en el mercado de capitales a largo plazo.

«Superado este desafío coyuntural el reto por excelencia de RD consiste en diseñar políticas públicas que vinculen el crecimiento económico con el bienestar de las personas, sin marginar a los grupos más vulnerables», señala el documento.

Considera indispensable para lograr esta meta una reforma fiscal, tanto en ingresos como en gastos,  que de sostenibilidad a las políticas sociales, que mejoren el salario social y que consiga la justa distribución del ingreso.

Es necesario un reforzamiento de la institucionalidad del país y el diseño de políticas de Estado que den continuidad, coherencia, eficiencia y focalización a las políticas públicas en asuntos relativos a la población y al desarrollo, especialmente a la juventud y las mujeres.

DESIGUALDADES

El informe de Desarrollo Humano en  República Dominicana del PNUD resalta que desde antes y durante la pasada década el país experimentó un crecimiento económico «estable pero desigual», con una tasa promedio   anual de 5.4% en el período 1960-2002. Sin embargo, este crecimiento no se tradujo proporcionalmente en bienestar ni mejores servicios para la población.

En ese sentido cita el Informe Mundial sobare Desarrollo Humano del 2004, con cifras del 2002, que coloca el Indice de Desarrollo Humano de República Dominicana en el puesto 98 de 177  países. Sin embargo. Sin embargo, señala, cuando la comparación se hace en base al  PIB, el país ocupa el lugar 71, es decir, el IDH se coloca 27 posiciones más abajo del esperado para el nivel per cápita del PIB. Lo que revela la desigual distribución de la riqueza y el crecimiento económico.

Entre el 1960 y el 2000 el PIB real dominicano se multiplicó 7.2 veces, pero en el mismo período 1.03 millones de personas pasaron a una situación de pobreza entre abril del 2000 y octubre de 2003.

Si bien la esperanza de vida se extendió hasta 70 años en el 2000, la prevalencia de desnutrición subió en 25% entre 1999 y 2001, y el acceso a medicamentos se mantiene muy precario, especialmente a los del SIDA.

El  informe sostiene que la población dominicana comenzó a envejecer. En ese sentido señala que mientras en el 1960 la población era de 3.047 millones, pasó en el 20002 a 8.5, y la tasa de crecimiento varió de 3.6% a 1.8% entre los censos del 1993 al del 2002.

Uno de los fenómenos que considera más destacados es que entre el 1970 y el 2002 la población urbana pasó de 35% a 63.6%, lo que ha agravado la falta de acceso a los servicios básicos en las ciudades, como agua potable, vivienda, servicios médicos, sanitarios, seguridad y electricidad.

FUTURO INCIERTO

Zonas francas y turismo constituyen los principales renglones de la economía dominicana. Ambos han experimentado en las tres últimas décadas crecimientos considerables. Sin embargo, según el informe «En ambos caos su sostenibilidad  y futuro crecimiento enfrenta serias amenazas y por eso se requiere un debate nacional para consensuar un nuevo modelo de desarrollo que impulse el crecimiento con una mejor distribución de los beneficios para todas y todos los dominicanos».

Se refiere al gasto social del gobierno señalando que en el 2003 fue apenas el 6.8% del PIB, de los cuales en el sector educación se invirtió el 1.8%, y en salud, la ejecución fue de 1.7%. Y destaca la necesidad de combatir la pobreza integeneracional mediante la educación.

LA POBREZA

En el 2000, el 5% de la población dominicana se encontraba por debajo del umbral de la pobreza extrema, si te toman en cuenta el parámetro internacional que sitúa la atribuye a las personas con ingreso de hasta un dólar diario. En el 2002 el número careció a 5.5%m equivalente, según el estudio, a 498,098 personas.

Según el mismo parámetro, que define la pobre en dos dólares diarios de ingreso, para el 2000 el 12.16% de la población dominicana era pobre, equivalente a 904,274 personas, que subieron a 12.96 en el 2002, para sumar 1.3 millones

El informe del PNUD cita los diversos estudios que sobre la pobreza se han realizado en la República Dominicana, los cuales parten de parámetros distintos, y que por tanto, dan resultados diferentes.

Estos son los del Banco Central, a través de las encuestas nacionales de ingresos y gastos de los hogares. La Oficina Nacional de Planificación realizó cálculos con base a la definición de la pobreza y pobreza extrema, y la encuesta de fuerza de trabajo.

Estas estadísticas, que presentamos en los cuadros anexos, constituyen una aproximación, según el estudio de la ODH, y deben ser tomados con precaución, aunque ofrecen una idea de la magnitud del problema.

Señala, sin embargo, que a pesar de la magnitud del problema y de la crisis que atraviesa el país, es posible pasar del 28 % de población en extrema pobreza al 14% para el 2015, si se mantiene el crecimiento como en los 90, mejorando la distribución.

El informa también trata sobre el problema del hambre, y señala que esta no solo se refiere al hecho físico de no alimentarse, sino también a la desnutrición o a la insuficiencia aguda permanente de alimentos necesarios para el organismo.