La pobreza es lo único que crece en RD

La pobreza es lo único que crece en RD

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha informado que el ingreso per cápita de los dominicanos se ha reducido casi a la mitad.

Esto quiere decir que, en la actualidad, en la República Dominicana se han conjugado el incremento de la pobreza de sus habitantes sin el crecimiento económico que disfrutaba la nación en la pasada década.

La evidencia internacional refleja una relación positiva y estrechamente relacionada entre las condiciones de salud de una población y el crecimiento económico per cápita.

Y si se toma en cuenta que el crecimiento del ingreso es una de las condiciones necesarias y fundamentales para la reducción de la pobreza y que el crecimiento facilita mayores recursos para mejorar las condiciones de salud, educación y vivienda, se puede deducir lógicamente que el país, en vez de mejorar, ha empeorado en su lucha contra la pobreza.

Para que el país evalúe y aplique con eficiencia sus políticas económicas y sociales, orientadas a provocar el tan ansiado crecimiento económico que ostentaba, debe apoyarse en indicadores de pobreza y de concentración del ingreso que le indiquen los avances o retrocesos de los indicadores sociales básicos, y sin duda los indicadores de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas (PNUD) ofrecen una buena aproximación.

Estas informaciones están contenidas en el Informe Pobreza con Crecimiento Económico: El caso de la República Dominicana, elaborado por los economistas María del Mar Holgado Molina e Ignacio Tamayo Torres, profesores del departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, España.

[b]GASTO MENSUAL[/b]

Los economistas apuntan que para fines de la década pasada, el Banco Mundial consideraba a un individuo como extremadamente pobre en este país, si su gasto mensual era inferior a los RD$396.2, es decir unos US$26.6, y como pobre, si era menor de RD$867.7, o sea unos US$58.2

Prueba de la importancia que el Banco Mundial otorga al efecto de crecimiento económico como medida necesaria para diluir la pobreza, es la proyección de la reducción de la pobreza que realiza con distintas tasas de crecimiento, explica el informe.

Es por ello que el Banco Mundial considera que las causas de la pobreza suelen estar relacionadas con el crecimiento económico del país y que la clave para reducirla radica en la distribución del ingreso.

Por tanto, el grado en el que se reducen las tasas de pobreza para un crecimiento económico dado, se determina mediante la distribución nacional del ingreso adicional generado por este. Cuanto más equitativa sea la distribución del ingreso, más caerán las tasas de pobreza.

[b]¿POR QUÉ?[/b]

El informe de los economistas intenta explicar por qué en el país, una nación que hasta el 2001 ostentaba la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) más alta de América Latina, mantiene tasas de pobreza elevadas en relación con dicho crecimiento.

Es así como pese al considerable crecimiento económico que tuvo el país en los años noventa, este no ha ido acompañado de un ritmo similar en el avance de las reformas institucionales y de las políticas públicas necesarias para mejorar la calidad distributiva, apuntalar la sustentabilidad de ese crecimiento a largo plazo y completar la consolidación del estado de derecho.

Para estos economistas, todos esos años de crecimiento sólo han servido para restaurar los índices de distribución de ingresos que tenía el país en los años ochenta.

Aunque en la República Dominicana, los niveles de pobreza basada en el ingreso son comparables con los del resto de los países de América Latina y el Caribe, en otras dimensiones de la pobreza, la comparación no es favorable.

Así, la tasa de analfabetismo en las personas adultas duplica el promedio de la región, tal como ocurre con el analfabetismo entre jóvenes de 15 a 24 años.

[b]SALUD[/b]

En los indicadores de salud, la situación ha mejorado algo durante los últimos años, aunque persiste un retraso significativo comparado con las demás naciones de la zona.

De ese modo, la esperanza de vida y la mortalidad infantil en niños menores de cinco años, no está al nivel adecuado para un país que intenta salir de una situación de acuciante pobreza.

Según el informe de los economistas, el Banco Mundial y el PNUD son las dos instituciones que más han trabajado sobre el crecimiento económico y la pobreza. El Banco Mundial no ha mantenido siempre la misma postura, en cuanto a la reducción de la pobreza.

Partiendo del PIB como medidor del desarrollo humano, con base en el crecimiento económico, ha ido flexibilizando sus ideas basadas en que si no existe crecimiento económico no puede haber desarrollo, concluye el informe.

[b]LA DISTRIBUCION[/b]

Aunque no existen estudios recientes que midan los niveles de pobreza en el país, la economista Susana Gámez entiende que, tomando en cuenta la situación actual, el número de pobres habrá crecido en el país sin que se verifique una mejoría en la distribución del ingreso.

Durante la década se logró disminuir la pobreza, gracias básicamente al crecimiento extraordinario experimentado por la economía dominicana durante esa década.

Sin embargo, el problema de la distribución del ingreso no mejoró, y para ella, el problema no se resuelve sólo con políticas contra la pobreza, sino con programas encaminados a lograr una mejor distribución del ingreso.

Esto se logra a través de una política fiscal que grave a los de mayores ingresos y los reparta a los pobres a través de una programa social bien focalizado, es decir, en el que se sepa con exactitud a donde va a llegar.

Gámez entiende que la lucha contra la pobreza es una responsablidad de todos, es un problema nacional en cuya solución deben participar todos.

La población debe entender que hay que pagar impuestos, y el gobierno que es un intermediario, y que los ingresos presupuestarios deben tener un buen balance distributivo.

En cuanto a la necesidad de que los programas sociales estén bien focalizados, insiste en que siempre debe partir de un estudio en el que se determine a quién va, y cuáles son las necesidades reales de cada beneficiario.

Entiende, además, que la mejor vía para que esta ayuda pueda llegar de la forma más expedita es a través de la iglesia.

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