La policía de Leonel

La policía de Leonel

Señor director:

El doctor Leonel Fernández Reyna debe poner la Policía Nacional en manos de la Policía. El jefe de la Policía debe salir de la misma institución policial. El secretario de Interior y Policía debe surgir también de los mismos abogados y doctores en leyes de La Policía. Así como también, todo el personal técnico que dirige la Corporación Policial debe emanar de las bases de la Institución. En las filas de la institución policial dominicana hay muchísimos hombres serios, rectos, honestos, con muchos años de servicio y con sobrada capacidad, como para timonear con éxito La Policía Nacional Dominicana.

Por otra parte, el venidero gobierno del Dr. Leonel Fernández R., debe revisar y enmendar la «cascareada reforma policial» para reajustarla a las exigencias contemporáneas de la línea policial y también de la cambiante sociedad dominicana.

La Policía Nacional de República Dominicana debe ser Independiente y soberana, sujeta únicamente, a las órdenes superiores de su Comandante en Jefes, el señor Presidente de La República.

La Policía Dominicana no puede estar bajo la dependencia de La «Interpol», ni de la «DEA», ni de las Fuerzas Armadas. No debe estar tampoco recibiendo órdenes de la Policía de Haití, ni de la de Puerto Rico, ni de la de Nueva York, y mucho menos de Corporaciones extranjeras, ni de los tutumpotes locales. El Presidente Fernández, en su próximo período, debe recuperar y levantar la moralidad de La Policía Nacional.

Los políticos, y altos funcionarios del gobierno, no deben humillar a la Policía, ni abusar de sus servicios. Cualquier funcionario del gobierno dispone de tres o cuatro policías para sus servicios particulares de mandados, recogida de basura, cuidado de los animales y hasta para entretener. Muchos hemos visto hasta tres policías uniformados para llevar el hijo de «don fulano» a la escuela; uno manejando, otro con el niño de manos y el otro llevándole la mochila al niño. Algo que no ocurre ni siquiera con el hijo del Presidente de Estados Unidos.

La Policía Nacional Dominicana requiere gran atención de la nueva administración. La «pé éne» ameríta de un redondeo total y perfecto; de un equilibrio presupuestal balanceado, que responda sus necesidades, especialmente movilización y comunicación.

Igualmente, es prioritario en la Policía, un reajuste salarial escalafoneado, como de los maestros, que permita erradicar los tribunales tributarios que implantan en los destacamentos de barrios, parajes, secciones, distritos municipales, municipios y provincias del país.

El doctor Leonel F. R., en su nuevo mandato, debe recuperar la confianza, la credibilidad y el respeto de la Policía Nacional, de sus miembros y de sus Unidades, estableciendo una línea recta de formación, disciplina y procedimiento que le permita manejar exitosamente, el crecimiento sostenido de la delincuencia nacional.

La Policía de «Amet» debe volver a ser como era; debe recuperar su autonomía anterior; debe ser comandada por uno de sus miembros y debe suministrarsele los equipos técnicos necesario para su eficaz operación y para mejor proporción de seguridad urbana transitorial.

Los 37 policías que prestaron servicio en Kosovo, adjuntos a Las Naciones Unidas, deben ser reubicados en posiciones dirigenciales acordes con su rango, capacidad, especialidad y experiencia.

El gobierno y la Jefatura de la Policía deben crear más cuarteles, tanto urbanos como rurales. Deben también reubicar ciertos Destacamentos de la Capital a fin de que sean centrificados en barrios y comunidades crecientes.

La globalizada extrangerización que se traga al País; la desbordante corrupción sexual; la marcada avalancha de drogadicción juvenil; el ascendente y pintoresco bandalísmo; los incontrolables asaltos, robos, falsificaciones y escalamientos; los sofisticados y exitosos secuestros; las permanentes violaciones; el indiscriminado armamentísmo popular; y las bandas mixtas domínico-extranjeras, colocan a la Policía Nacional Dominicana en desventaja de cinco mil contra uno.

La P.N. D. se está quedando atrás en la carrera policial latinoamericana y del mundo. Nuestra Policía necesita recursos, equipos, tecnicismo, modernización y actualización.

El gobierno y la jefatura de la Policía Nacional deben contratar el asesoramiento de expertos de la Policía francesa, canadiense ó Israelí para establecer una reestructuración de las Academias de la Policía Nacional y establecer unidades especiales permanentes y reespecializar a las existentes.

Su Excelencia, el próximo nuevo Presidente de la República, doctor Leonel Fernández Reyna, debe reforzar y rehabilitar su programa de modernización que llevaba a cabo dentro de la Policía Nacional y Las Fuerzas Armadas Dominicanas.

Atentamente,

Martín P. Gautreaux

Woodhaven, Queens, Nueva York

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