La política de Alí Babá

La política de Alí Babá

En nuestro país, “ya hay leyes contra ese problema, que habrá que cumplir y tendrá que haber “absoluta transparencia”. “Allá (en República Dominicana) la aplicación de la ley es tímida, es complaciente. Yo me voy a emplear a fondo para enfrentar y vencer ese comportamiento, esa actitud desgraciada en perjuicio de las personas más necesitadas de mi país”, dijo Hipólito Mejía, candidato a la Presidencia por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Eso lo dice un hombre en cuya gestión de gobierno  persiguió la corrupción de tal modo que funcionarios de su administración fueron procesados y encarcelados.

Dicen que los electores colocan por encima de la corrupción la falta de empleo, el costo de la vida, la inseguridad ciudadana, las fallas y carencias del sistema nacional de educación y del sistema nacional de salud.

La corrupción es como el tizón de candela que alimenta lentamente el horno con la constancia debida, con la persistencia que convertirá la madera en carbón.

Bajo este gobierno de Leonel, Danilo y el PLD las mil y una formas de la corrupción han tocado todo tipo de acciones, actitudes,  engaños. Tienen el país perdido en lo claro, pues sus autoridades más importantes están sumidas en el pozo de la podredumbre.

Unos son más descarados que otros. Algunos actúan como los narcotraficantes, se ven de pronto con tanto dinero efectivo que se apresuran a colocarlo en prendas, en mansiones, en equipos electrodomésticos de gran precisión, en automóviles de colección y otros de última generación. Esos son los que adquieren todo tipo de propiedades, ya sean bienes muebles o inmuebles.

Adquieren esas propiedades a nombre de terceros y hasta de quintos, como si el brazo de la ley nunca llegará a tocar sus puertas y devolver al país bienes que son fruto del robo, del tráfico de influencias, del engaño más descarado.

Basta con ver quiénes son los principales ejecutivos de la campaña de Danilo Medina, el candidato del gobierno. Son jóvenes, visten ropas y calzan zapatos caros, exhiben relojes que nunca soñaron tener. No tienen freno para gastar millones de pesos del erario en su provecho personal, total, el poder es para usarlo.

Ahí están, forman parte de la galería de la infamia. Si los juntamos podemos titular la fotografía: Buscados por ladrones.

Pagarán por sus mañas, porque tanto va el cántaro al pozo hasta que se rompe. Hay que romper la continuidad del robo descarado de los fondos públicos.

Me quedo corto, son más de 40 ladrones.

Estamos advertidos. Mírelos bien. No voten ni por Danilo ni por los miembros de la pandilla que sobrepasó la de Alí Babá en número y en rapacidad.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas