La política de “Nosotros”

La política de “Nosotros”

“Us” (Nosotros), la más reciente película del director estadounidense Jordan Peele, tras su rompedor film “Get Out” (2017), combina de nuevo el terror y la política, con magnificas pinceladas de humor, explorando la sociedad que vive en crisis y en miedo. La cinta, cuyo título tiene la doble connotación del pronombre de la primera persona del plural y las siglas de «United States», convoca a una universalidad de espectadores, no obstante lo críptico de su mensaje, y, para usar las palabras de Slavoj Zizek, “confirma una vez más la forma en que los éxitos de taquilla de Hollywood son indicadores precisos de las problemáticas ideológicas de nuestras sociedades”. En este sentido, como el propio Peele lo ha revelado, la cinta es al mismo tiempo una “película de palomitas de maíz” -llena de referencias a la cultura pop y con guiños e influencias de películas como, por solo citar algunas, Poltergeist, El Resplandor The Amityville Horror, Los Pájaros y Sexto Sentido- y una cinta con pretensiones intelectuales, que definitivamente se convertirá en una película de culto.
La trama de “Nosotros” es más o menos compleja -aunque deja muchos cabos sueltos que la hacen aún más atractiva por intrigante-, pero puede resumirse así: una madre, Adelaida (Lupita Nyong’o, que se crece en su doble rol), y un padre (Winston Duke), llevan a sus hijos a su casa de la playa, juntándose con una pareja de amigos y sus dos hijas. La noche avanza y, en esa medida, la calma del esparcimiento se transforma en tensión, caos y horror cuando se aparecen unos visitantes que no son invitados y que aterrorizarán a la familia con sus hechos y, con lo que no es menos terrorífico, con su apariencia, que es la de ser justamente dobles de los protagonistas. Es una película transgénero que combina horror, suspenso, acción, thriller y comedia y se inspira en la tradición fílmica estadounidense de “home invasións”, zombis, alienígenas, apocalipsis y que podría sintetizarse en el dialogo que sostiene Adelaida con Red, su doble: “What are you people?,” es decir, ¿qué son ustedes? ¿Muertos vivientes? ¿Criaturas del espacio o de nuestra mente? La respuesta de Red es terriblemente lacónica y nos devuelve al título del filme: “We’re Americans” (Nosotros somos americanos). he ahí donde reside el mensaje político de “Nosotros” como lo revela el propio Peele: “nosotros” somos nosotros mismos, nuestra pareja, nuestra familia, nuestra casa, nuestro vecindario, nuestro pueblo, nuestro país y nuestros temores, o sea, el miedo que nos provoca el forastero, el extraño, el vecino, el otro, que nos va a robar nuestro trabajo o propiedad, nos va a contaminar, nos va a violar o nos va a matar. Lo interesante de “Nosotros”, sin embargo, es que, a pesar de su andar y su hablar en gruñidos, el otro no es un zombi sino, como diría Zigmunt Bauman, una “vida desperdiciada” perteneciente a una masa de “residuos humanos”, “poblaciones superfluas”, que en la cinta son el resultado del intento fallido -en parte- de crear clones humanos que hoy viven en una red de túneles en el subsuelo, y que en la vida real no son más que “emigrantes, refugiados y demás parias”. Lo paradójico es que los protagonistas pretenden escapar de estos monstruos rebelados huyendo a México, pero el problema es que hay “una aguda crisis de la industria de eliminación de residuos humanos” y los lugares a donde se podrían exportar estos residuos están llenos también de otros producidos allá por el mismo proceso de modernización.
En gran medida, este filme nos conduce al dilema de las sociedades contemporáneas: perpetuar una democracia que excluye a los extraños y marginados, el 99% de la población, como en la que viven los protagonistas, o construir desde abajo una que une a los marginados contra el 1% de los opresores, como pretenden “Los Atados”. Como se ve, la ideología subyacente en el dilema es la del populismo en tanto, cuando es de izquierda, apela a la movilización de los “de abajo” frente a los “de arriba” y, cuando es de derecha, articula al pueblo nacional cara a “los de enfrente” (los extranjeros invasores). La cuestión es que, contrario a lo que se infiere de “Nosotros”, y como bien afirma Jorge Vilches, nuestros problemas “no se solucionan con un poder paternalista y omnipresente, garante de una verdad oficial, creador de pueblo, fundado en promesas de seguridad constante y universal, y en ajustar cuentas con las injusticias y los injustos”.

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