La política monetaria postkeynesiana

La política monetaria postkeynesiana

La economía postkeynesiana considera que la tasa de interés es una variable distributiva del ingreso con efectos sobre el crecimiento y el empleo a corto y largo plazos. En esta exposición de la política monetaria postkeynesiana, alternativa del Nuevo Consenso  (ver artículo anterior), para facilitar la comparación, la reduciremos también a tres relaciones básicas.

La primera se refiere al proceso de generación de la inflación en la cual la variación del nivel de precios depende del resultado del conflicto entre los asalariados y las empresas por la distribución del ingreso. El precio depende del salario y éste a su vez depende del poder relativo de los trabajadores frente a las empresas y de la productividad del trabajo.

 La fuerza relativa de los trabajadores está condicionada positivamente por su grado de organización y se relaciona inversamente con la tasa de desempleo. El poder de las empresas de anular cualquier aumento del salario nominal elevando el precio y el margen de ganancia, depende del grado de monopolio en la economía, de la productividad y  de la correlación de fuerzas empresarios-trabajadores. La segunda relación se refiere a la representación de la economía real. La demanda agregada (consumo e inversión) depende negativamente de la tasa de interés (si los intereses aumentan la demanda baja). La tasa de desempleo depende inversamente de la demanda agregada (si aumenta el gasto baja el desempleo).

 Luego, la tasa de desempleo (el nivel de desocupación) depende positivamente de la tasa de interés: a mayor tasa de interés menor demanda, por tanto, mayor desempleo.

Una tercera relación describe la conducción de la política monetaria mediante un procedimiento operativo de tasa de interés (POTI). El Banco Central establece una meta intermedia de tasa de interés fija y estaciona la política monetaria en la misma. Ahora, sobre cuál debe ser esa meta, hay dos posiciones diferentes, aunque no contradictorias, entre los postkeynesianos. La primera posición (Smithin) plantea que la tasa de interés real debe ser cero, en cuyo caso el BC debe fijar la tasa de interés nominal igual a la tasa de inflación esperada. La segunda (Pasinetti) propone que la tasa de interés debe tener un nivel “justo” en el cual la distribución del ingreso sea neutral, en cuyo caso la tasa de interés real debe ser igual al valor de tendencia de la productividad del trabajo.

Estos dos POTI tienen en común el estacionar la tasa de interés en un valor fijo, lo cual no significa necesariamente que la tasa de interés nominal se mantenga fija permanentemente, ni que el BC estará completamente inactivo. Este marco de política monetaria, favorece un mayor grado de libertad de la política fiscal y la política de ingresos para el logro de metas reales usando instrumentos no monetarios. La meta de inflación a establecerse es la tasa de inflación de máximo empleo (TIME) y se incluye una meta de distribución más equitativa del ingreso. De una estrategia con predominio de la política monetaria se pasa a una con predominio de la política fiscal.

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