La política no es jugar béisbol

La política no es jugar béisbol

Escuchaba el miércoles 25 de febrero pasado, en horas de la mañana, en un muy escuchado programa radial, a un dirigente de la juventud reformista, locutor y presentador de noticias por televisión, comentar la más reciente encuesta publicada por el Diario Libre, afirmando que falta el out 27, y que todavía no se sabe quién ganara las próximas elecciones hasta que no pasen las votaciones, porque la política es algo así como un juego de béisbol: que un equipo que esta perdiendo puede empatar en el ultimo inning y hasta ganar el juego faltándole apenas un out.

Y al escuchar al joven locutor hacer su análisis, restándole méritos a la encuesta Diario Libre Gallup que le otorga un 63.1 % por ciento de simpatía al candidato Leonel Fernández, y que también señala que en una segunda vuelta, Leonel ganaría las elecciones contra cualquier otro candidato, simplemente tuve que decirme a mí mismo es que la política no es deporte.

Las encuestas son procedimientos científicos, utilizados en las ciencias sociales, para establecer mediciones, de coyunturas, comportamientos o aptitudes, en un momento determinado.

Y hasta ahora, las encuestas que se han hecho en el país se han aproximado bastante a los resultados finales de las más recientes elecciones nacionales.

Pero, por otro lado, no se conoce de ninguna tendencia histórica, por lo menos en la República Dominicana, que un candidato que haya estado en un tercer lugar, se coloque en primer lugar y gane las elecciones, en menos de tres meses de campaña electoral.

Y es que el problema no es de encuestas. Estas, apenas, son mediciones coyunturales. La cuestión de fondo es cuál es la realidad por la que atraviesa actualmente la República Dominicana.

La respuesta la ofrece la propia encuesta: hay un rechazo de más de un 70 por ciento a las ejecutorias del actual mandatario dominicano.

Pero si no se cree en esa encuesta, qué se puede decir de las entrevistas que hizo el programa Los Ayuntamientos, el pasado domingo por Color Visión, en donde también cerca de un 62 % de los encuestados dijeron que votaría por Leonel Fernández, y apenas un 11 % por Hipólito Mejía.

Pero si tampoco se cree en esa otra encuesta, a lo mejor se puede creer entonces en la entrevista que hiciera Huchi Lora, en su programa Medio a Medio, a algunos de los decenas de dominicanas y dominicanos que intentaron viajar ilegalmente en yolas. Y algunas de ellas, hasta menores de edad, prefirieron dejar el país, a su familia, a sus hijos, con sus abuelos, porque precisamente la leche esta cara, y no tienen medios de mantener sus hijos y su familia. Y de los que fueron entrevistados, todos afirmaron que volverían a irse, no importa que tuvieran varios días sin hacer sus necesidades fisiológicas, y algunos hasta vomitaron sangre.

Y, a lo mejor, en esa encuesta se puede creer.

Pero el comentario del presentador de televisión no me hubiera llamado tanto la atención si no coincide con las declaraciones, dichas antes y reiteradas ese mismo miércoles 25 en Cotuí, cuando al preguntársele su opinión sobre los resultados de esa encuesta, afirmó: «Nos vemos el 16 de mayo».

¿Acaso piensa el primer mandatario dar algún jonrón que le permita pasar del pirrico 14 % que le ofrecen con benevolencia las encuestas a más de un 50 % que necesita para ganar la primera vuelta de las elecciones de mayo próximo? ¿Qué quiere decir con eso de que «nos vemos el 16 mayo»?

Es posible que se pueda empatar el resultado entre el PLD y el PPH, del PRD, cuando hasta los propios oponentes a la reelección están hablando de formar un frente antireeleccionista y algunos de llamar a la abstención?

¿Se puede sacar alguna carta debajo de las mangas que pueda hacer cambiar el resultado de las tendencias que ofrecen todas las encuestas que arrojan un resultado favorable al candidato presidencial del PLD?

Ya se había pronunciado la Comunidad Económica Europea. Pero ahora hasta el propio Embajador de los Estados Unidos, Hans Hertell, hablando en un almuerzo de la Cámara Americana de Comercio, aunque reconoció su amistad con al actual mandatario, fue claro y preciso al señalar que «el pueblo dominicano debe expresar su voluntad por medio de elecciones libres, justas y transparentes. Y añadió que «el Departamento de Estado de los Estados Unidos, así como el personal de nuestra embajada, estamos trabajando con la Organización de Estados Americanos, para definir y conformar la misión de equipo de observadores internacionales».

Con ello se espera que sigan con detenimiento cada aspecto del proceso electoral hasta la certificación de los resultados que elijan al próximo presidente de la República Dominicana.

Porque hacer política no es jugar béisbol.

Y es que con los sentimientos y las necesidades de un pueblo, sometido a la más profunda crisis que ha tenido el país en los últimos 40 años, no se juega. Y desde ya los dominicanos tienen su preferencia electoral. Y así lo han expresado todas las encuestas.

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