La política universal

La política universal

La semana pasada tuve un inesperado encuentro con el general José Miguel Soto Jiménez en el “lobby” del hotel “El Embajador”. Me dijo que pondría en el día de hoy un nuevo volumen suyo en circulación. Prometió llevar un ejemplar a mi oficina y entregármelo personalmente. No cumplió esa promesa porque la editora no pudo entregar los libros el día previsto. Pero envió un emisario, dos días después, con encargo de poner la obra en mis propias manos. Se trata de “El estrategicón”, un texto sobre “el arte de la guerra” y el “arte de la política”. El libro lleva un prólogo de José -Dorín- Cabrera, que empalma la guerra y la política con el mercadeo comercial ordinario y las campañas electorales.

Es un escrito interesantísimo por varios motivos. En primer lugar, por los comentarios acerca de “El arte de la guerra”, de Sun Tzu, militar y pensador chino del siglo V A.C. También por el examen dedicado a Carl Von Clausewitz, estratega prusiano de la época “napoleónica”, cuyas opiniones sobre la guerra estuvieron vigentes en Europa mucho tiempo después de su muerte en 1831. Clausewitz es autor de la famosa sentencia: “la guerra es la continuación de la política por otros medios”. Algunos periodistas disfrutan poniendo la frase al revés: la política es la continuación de la guerra por otros medios.

Las tácticas y estrategias de guerra, aplicadas a la política partidista o al mercadeo comercial, despiertan enorme interés en todos los públicos. Pero este libro tiene otros tres “añadidos” de grandísimo atractivo para los dominicanos. José -Dorín- Cabrera nos recuerda la influencia del poder en el mercadeo. Pone como ejemplo la cerveza “Presidente”. Y nos remite al régimen de Trujillo; cita un estribillo publicitario que rezaba: Beba Presidente y fume Benefactor.

Soto Jiménez usa dos ejemplos políticos del presente dominicano para ilustrar habilidades para la defensa y el ataque: el presidente Medina y el ing. Vargas Maldonado. Eso agrega sal y pimienta a las formulaciones generales. Además, Soto se esfuerza en “traducir” a nuestro lenguaje popular algunos conceptos militares clásicos. La “protección” militar se compone de “seguridad operacional, engaño, reconocimiento y dispersión”; en lengua vernácula: curarse en salud; no jugar a mano pelá.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas