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La Pontificia y Real Universidad Autónoma de Santo Domingo luce hoy muy empeñada en fortalecer su docencia, ampliar sus labores de investigación, adquirir nuevos equipos de laboratorios, completar su programa de ampliación y mejora de sus espacios físicos, y en profundizar su accionar como instrumento de realización de las aspiraciones colectivas, entre otras labores, tan importantes como las citadas. Para ejecutarlas con eficiencia, la UASD demanda de un presupuesto para el año 2019 ascendente a la suma de RD$11,886 millones de pesos; suma ésta, considerablemente mayor que la contemplada en el Proyecto de Presupuesto General del Estado enviado al Congreso Nacional por el señor presidente de la República, el 28 de septiembre del año en curso.
La suma que el gobierno del presidente Danilo Medina contempla invertir en la UASD el próximo año constituye apenas un 0.92% del Presupuesto General del Estado, mucho menos de lo establecido en la Ley 5778 de Autonomía Universitaria y en la 139-01 de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.
Se le atribuye al Director General de Presupuesto el haber expresado que desde el año 2012 a la fecha los recursos para la UASD han sido aumentados en un 70%, lo cual constituye una verdad a media. Lo cierto es que dichos aumentos corresponden a sumas presupuestarias dejadas de entregar. La UASD nunca ha recibido de este gobierno, ni de ninguno de los anteriores, la cuantía presupuestaria que por ley le corresponde. La misión que la UASD es hoy mucho más compleja y variada que las que la sociedad dominicana le encomendaba en épocas pasadas no tan lejanas. La UASD debe enseñar, y debe hacer investigación tanto del máximo nivel y de ampliación no inmediata como de aplicación más próxima, ésta última junto a sector productivo. También, ha de hacer tareas de servicios que den respuestas a un sin números de problemas que afectan a la sociedad. Además, ha de estar disponible, como de hecho está, para colaborar en la formación continuada de los profesionales de las distintas ramas del saber que procuran adaptase al uso de las nuevas tecnologías.
Debemos equilibrar los presupuestos destinados a la educación inicial, básica y media con los empleados en el sostenimiento del sistema de instituciones de educación superior. El hecho de dedicarle un presupuesto adecuado a unos (4% del PBI) y muy poco a otro (menos de una quinta parte del que las leyes acuerdan) están creando problemas y conflictos de difícil solución.
¿Hacia dónde encaminarán sus pasos los miles de bachilleres que en los años venideros egresarán de los liceos y politécnicos, cuando llegue el momento en que la UASD no pueda acogerlos?
De las poco más de cuarenta instituciones dominicanas de educación superior sólo cuatro, incluyendo la UASD, figuran en el ranking de las mejores universidades de la América Española y el Caribe.
De la Universidad Primada de América han egresado y continúan egresando profesionales de muchas valías entre los que figuran destacados hombres de letras; connotados sociólogos e historiadores; ostentadores de premios nacionales e internacionales de literatura y de otros saberes. Miembros destacados de las diferentes academias, directores de importantes medios de comunicación, presidentes de la república y hasta reinas mundiales de belleza. Casi todos, por no decir todos, los profesionales que aquí han sacrificados sus vidas y sus bienes por servirle a la patria han egresados de sus aulas. Con más de una centena de proyectos de investigación en marcha, la UASD consolida su posición como la institución de estudios superiores más prolífera en cuanto a investigación científica se trata.