La posposición de soluciones

La posposición de soluciones

La recurrente aparición de expectativas en el campo político coloca una y otra vez en moratoria las decisiones fundamentales que corresponden mayormente al Poder ante la necesidad de viabilizar iniciativas fortalecedoras de la institucionalidad y del funcionamiento de la economía. ¡No pacto eléctrico, no pacto fiscal! Se suele recoger los bates al llegar a los umbrales de revuelos electorales. Temor a controversias para no correr el riesgo de generar corrientes de opinión adversas por implicar cambios en las reglas de juego, sin importar que el país necesite urgentemente de ellos. Se prefiere sufrir consecuencias a posteriori en términos presupuestales con tal de dejar para luego mejores fórmulas contra los problemas.
Puede que aspectos de la Estrategia Nacional de Desarrollo trazada para mejorar estructuralmente el país estén quedando en un segundo plano de agendas oficiales, aun cuando se proyecte con declaraciones de intención propiciar innovaciones. El país arrastra un peso desmesurado de subsidios al sector eléctrico, solventados con endeudamiento, curso que es necesario detener acordando una claridad de rumbo y de redefinición de objetivos para enfrentar pérdidas y elevar cobros. Se opta por dejar para después la ideación y aplicación de correctivos. El país está descuadrado con déficits fiscales por la tardanza en dar pasos hacia esquemas tributarios y de empleo de recursos de amplia aceptación.

Dejar atrás el pasado

El Estado no debe infligir mediante cárceles de horror castigos cruelmente adicionales a la supresión de libertad y otras restricciones razonables que para los convictos mandan sus propias leyes. El Estado tiene obras en marcha para adecuar las reclusiones, y se compromete a dejar atrás el trato inhumano que ha imperado en buena parte del sistema penitenciario, renglón en el que ha persistido el atraso a la espera de reformas que se estancaron.
Para fines prácticos, sumir en hacinamiento, privaciones e insalubridad a los reos no garantiza su reintegración favorable a la sociedad. Por el contrario: podría dar permanencia o agudizar los problemas de conducta y mantener alta la tasa de reincidencia. De hecho, la parcial implementación de un nuevo modelo ha tenido mejores resultados para el país en ese aspecto.

Publicaciones Relacionadas