La prensa: equilibrio vs desinformación

La prensa: equilibrio vs desinformación

Lo bueno de la prensa libre y sin compromiso es leer noticias objetivas y sin encubrimientos. No alarmar al lector, pero decir las cosas como son aunque se equilibren los términos de cómo se dicen. Pueden llegar inclusive a sacrificar un poco la objetividad cuando esa prensa se desenvuelve en un país irregular y con tendencias totalitaristas.

Sabemos que hay muchas presiones del Gobierno Dominicano contra la prensa independiente, sus periodistas y dueños. Se han registrado amenazas y chantajes, como todos saben, y eso limita su capacidad para expresarse libremente.

Sin embargo, estos medios buscan un equilibrio razonable y ofrecen la noticia con cierta objetividad, sin resaltar nada en particular. Ni lo negativo ni lo positivo.

Pero hay otra prensa atada que tergiversa ciertas noticias, en el entendido de que el Gobierno favorecerá a sus dueños cuando las circunstancias lo permitan. En otras palabras, las autoridades tienen a estos medios agarrados por los cojones. 

Por ejemplo, veamos la noticia relacionada a la visita de la Misión del FMI para revisar el acuerdo y extenderlo. Los medios más independientes, equilibraron la información diciendo que “quedaron pendientes los acuerdos respecto al tema eléctrico y fiscal, por lo que se decidió continuar las conversaciones en Washington”.

Pero también resaltan los logros alcanzados en el primer semestre en cuanto al crecimiento económico y otras asignaciones cualitativas pendientes.

En otras palabras, la evaluación del acuerdo para su extensión no cumplió las expectativas por los rezagos antes mencionados, pero el desempeño de la economía fue bueno. Equilibrado.

Otros medios comprometidos, resaltaron los logros macroeconómicos alcanzados y se excedieron en alabanzas al Gobierno por el alto “índice de crecimiento” registrado en el primer semestre. Minimizaron la noticia sobre los demás temas y dijeron que las conversaciones seguirán en Washington debido a “ciertos rezagos en las recaudaciones y la reforma eléctrica”.

Resaltan también que todos los criterios cualitativos de desempeño se cumplieron y la revisión terminó con “resultados positivos”.

Fíjense la diferencia en la presentación de la noticia. Parece sutil pero no lo es. Ahora bien, ¿cuál es la verdad del asunto? Primero, el Gobierno no cedió ante la presión del FMI para reducir el subsidio eléctrico a fin de equilibrar las cuentas fiscales. Subir una de las tarifas más altas del mundo, sería mortal para la economía, aunque lo están haciendo poco a poco y silenciosamente. Segundo, la deuda con los generadores está creciendo nuevamente y no hay dinero para pagarla. 

Tercero, no logró con los empresarios aplicar el cobro del ITBIS en Aduanas, que ayudaría un poco las finanzas públicas, aunque intentan imponerlo violando la ley, lo que afectará duramente el flujo de las empresas.  

Y cuarto, el déficit fiscal a junio supera los 15 mil millones el tope acordado (47 mil millones), proyectándose a diciembre en 35 mil millones. 

Estos temas quedaron pendientes, ya que no hay forma de aumentar impuestos sin afectar la popularidad del Gobierno. Este, por su parte, se resiste a reducir sus gastos corrientes (reduciendo drásticamente la inversión pública), para no frenar el clientelismo reeleccionista.

Se resalta lo del cuestionado crecimiento económico para no alarmar, pero el FMI sabe que eso se logró gracias a su permisiva supervisión, permitiéndole al Gobierno aumentar el déficit para financiar unas elecciones fraudulentas. Ahora exige corregirlo de inmediato. 

Entonces tenemos un acuerdo Stand By, donde sucumbieron los dos pilares en que descansa su sostenimiento. Y como no se superaron los escollos, la Misión se retiró a Washington para seguir las discusiones en su terreno.

Una prensa dijo lo mismo con equilibrio, la otra lo manipuló.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas