La presa de Guaigüí, elefante blanco hidroeléctrico 

La presa de Guaigüí, elefante blanco hidroeléctrico 

El país carga con muchos elefantes blancos hidroeléctricos (Dr. Fabio Herrera-Miniño, en Hoy) entre ellos están el Salto del río Blanco y el Salto Pinalito, que el Estado dominicano deberá además subsidiar por más de US$30 millones  (Ing. Salvador Dajer en Hoy). A  esa larga lista se debe añadir la presa de Guaigüí, ya que el Senado ratificó el contrato de un préstamo de US$121.4 millones para una obra que fue  presupuestada por US$ 45 millones.

Ese escabroso proyecto fue impugnado  ante la Suprema Corte de Justicia y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA – expediente P- 1044-05 y los comunitarios esperan desde entonces sus veredictos.

Los promotores de la presa de Guaigüí quieren construir una presa en Guaigüí y otra en La Virgen con una derivación del río Yami para, según anuncian,  mitigar las inundaciones, dar 1m3 de agua potable, irrigar 9,600 tareas de tierras en La Vega y producir 12.4 GWh/año de electricidad.

Analizando el pobre Estudio de Impacto Ambiental, objetamos esa localización por considerar que en Guaigüí, el río Camú tiene poco caudal  (2,01m3/s) y una cuenca de apenas, 72 km2.  Sin embargo, en La Virgen (después de Guaigüí, con la derivación del río Yami) la cuenca es de 211 km2.

 La licencia ambiental  habla de un embalse de 800.000 m3, ¿por qué en el EIA, el  embalse pasa a 50,000.000 m3?

 En cuanto al aporte de agua potable al acueducto de La Vega, ese es insignificante: 1m3 da  apenas para un barrio de La Vega con el agravante de que el manto freático se reducirá, por el represamiento, aguas arriba. Pero lo más grave es la construcción de esa presa, encima de la Falla de Bonao, que no solo eleva los costos de construcción, sino que expone los habitantes de La Vega a un peligro inadmisible. Sabiendo que no sería el caso desplazando esa presa, después de la confluencia con el río Bayacanes. (Ver La Geografía Dominicana del padre La Fuente, donde se menciona ya esa obra en 1977), la población de La Vega debe objetar la construcción, inútil y peligrosa,  de  la presa de Guaigüí en el río Guaigüí.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas