Hoy 
Ayer Domingo de Resurrección, la presencia de bañistas fue menor que el Sábado Santo en las playas de la región Este como Juan Dolio, Guayacanes, Caribe, Boca Chica y Andrés. Aunque al caer la tarde, las fiestas patrocinadas por licorerías indujeron a muchos residentes cercanos a esos balnearios acudir a disfrutar de la música.
Muchos de los visitantes más lejanos a estas playas comenzaron el retiro hacia sus hogares mucho antes de la 6:00 de la tarde, hora límite para permanecer en los balnearios, como medida de precaución de las autoridades para evitar tragedias.
Algunos brigadistas atribuyeron esta merma a la resaca de días anteriores y a asuntos de presupuesto. En tanto, muchos comerciantes se quedaron con las expectativas de extender las buenas ventas que tuvieron los dias viernes y sábado, cuando esos espacios de recreación estuvieron repletos de personas.
Cristobalina Marte, friturera de Guayacanes, definía como muy tímidas sus ventas. Cerca de las tres de la tarde era poco el pescado frito que había vendido. «Si no se vende me lo llevo a la casa y lo comemos, porque no lo podemos dejar perder», decía. Para esta señora, la reducción en la cantidad de personas se debió a que los vacacionistas carecían de los recursos para ir a la playa todos los días de la Semana Santa.
De igual modo se expresaba en Juan Dolio el comerciante Nicolás Mejía, que vaticinaba un día no bueno para su negocio de bedidas y artículos diversos. Aunque confiaba en que las fiestas subirían sus ventas de alcohol en horas de la tarde.
Fiestas y caos. Al caer la tarde empezaron a llegar a estas playas decenas de personas residentes cercanas que buscaban disfrutar las fiestas amenizadas por licorerías y en las que participarían artistas como Milly Quezada, Frank Reyes, Toño Rosario y Ramón Orlando, entre otros.
En Juan Dolio se prohibió que se tocaran fiestas en el área del baño para evitar tragedias, pero aún así el sábado la gente estuvo bailando y tomando alcohol hasta alrededor de la 11:00 de la noche en una área cercana a la playa, lo que provocó un caos, según testimonió Mejía.
En Guaycanes la situación era más complicada, pues las fiestas se realizaron en el área de playa conocida como Vicini, donde casi a las 5:00 de la tarde cientos de lugareños esperaban al bachatero Frank Reyes.
Para el brigadista Ramón Santana, quien durante años presta servicios en esta playa en Semana Santa, era incorrecto que siguieran las actividades de este tipo en el área de baño, por cuanto ello causaba mucha tensión, debido a la cantidad de personas que se embriagaba y entraba en pleitos.
Como caldo de cultivo indicaba los especiales de venta de alcohol en la playa, tras recordar que en el 2008 hubo tiroteos, pedradas y varios enfrentamientos con saldo de heridos.
Allí se requisaba a las personas que entraban a la playa para evitar que introdujeran cristales o armas.
Boca Chica, una de las playas más concurridas por los residentes en la capital, fue también menos frecuentada ayer y el buen comportamiento de los visitantes a la orden del día. Ya casi al cierre del horario de baño no se habían escenificado incidentes ni emergencias médicas serias.
Autopista
Agentes de la Autoridad Metropolina de Transporte (Amet) controlaban de manera celosa el tránsito en la autopista Las Américas y la requisión de vehículos, para evitar consumo de alcohol y de transporte de personas en la parte trasera de camionetas.
Contra el VIH
En Boca Chica el Ministerio de Deportes patrocina pruebas gratuistas de VIH-sida. Hasta la tarde de ayer se habían hecho casi 800. El doctor Sergio Solís, asesor médico de esa entidad, no reveló los casos positivos, debido a la confidencialidad y a que era necesario una segunda prueba para descartar o confirmar. Solís valoró la actitud voluntaria y masiva de quienes acudieron a la carpa a someterse a laprueba, lo que interpretó como una muestra de responsabilidad que ayuda a evitar la propagación de la epidemia.
