La presente coyuntura política

La presente coyuntura política

Toda coyuntura política, como toda persona, es única e irrepetible. Pero, a diferencia de las coyunturas recién pasadas, del desenlace de las primarias de los dos principales partidos surgirá una incuestionable hegemonía de uno de dos jefe/facción que se disputan el control de sus respectivos partidos. Uno de esos dos iniciará el final de su condición de figura cuasi imprescindible de su organización. Igualmente, esos resultados determinarán la derrota o victoria electoral de uno de esos partidos, pero no necesariamente el inicio del camino hacia la disolución o irrelevancia política. Sin embargo, para muchos partidos minoritarios estas elecciones podrían determinar el inicio de su final, de sus líderes, o la permanencia o no de su irrelevancia electoral.
En el caso del PLD, no es lo mismo que el vencedor de sus primarias sea Leonel o que sea Gonzalo. De ganar el primero, las posibilidades de recomposición de esa colectividad son mayores que si fuera el segundo, con un natural impacto en las aspiraciones de esa organización de salir airosa en el proceso electoral. Leonel ha hecho lo que nunca había hecho: prepararse organizativa y mentalmente para dar una pelea política. Eso le da una fuerza, una subjetividad que podría ser determinante para lograr su nominación y eventualmente la referida recomposición.
Sin embargo, sea Leonel o no el vencedor de esa contienda, la crisis del PLD es de tal calado que, sin descartarlo definitivamente, sus posibilidades de ganar las próximas elecciones presidenciales son muy débiles. Pero, tiene suficientes recursos materiales y humanos para recomponerse de sus lastres y heridas producidas por la lucha fratricida y el ejercicio del poder. En el caso del PRM, sus diferencias internas son de mucho menor calado que las del PLD. Además, el desenlace de la puja de los candidatos presidenciales que cuentan en el proceso de primarias, todas las mediciones indican que Luís Abinader será vencedor, y se da por hecho que Hipólito aceptará esos resultados.
Eso sitúa a ese partido en mejores condiciones que para afrontar no solamente la presente coyuntura electoral, sino también su futuro en tanto organización. Pero ese mejor posicionamiento no decreta su victoria, esta depende de cómo logre tejer alianzas con fuerzas del mundo del trabajo, productivo, con la sociedad civil, con fuerzas políticas inobjetables. Igualmente, con una clara posición frente a temas cruciales, como las pretendidas separación de las elecciones y la rehabilitación de Danilo, con un claro compromiso de adecentar la Justicia y las figuras concretas cuenta para eso y para gobernar en sentido general, además su posición frente a derechos humanos inalienables, entre ellos el derecho a la sindicalización etc.
La cuestión es saber si el PRM con sus propias fuerzas puede crear esas condiciones indispensables para que esta sociedad logre desplazar del poder al PLD. En ese sentido, la posición de varias organizaciones políticas minoritarias, incluso con las que tiene determinados niveles de acuerdos, puede ser determinante para forzar al PRM asumir esas cuestiones. La inexistencia de esos acuerdos podría estimular la abstención, que es la mejor aliada para el mantenimiento o surgimiento de los gobiernos corruptos, si no son capaces de ser parte/impulsores de esos acuerdos, la oportunidad para que los partidos minoritarios llamados alternativos sobrevivan, ellos y sus dirigentes, serán débiles en extremo. Tienen tiempo todavía, después de las primarias y de las elecciones municipales deberán zanjar esta cuestión clave para los resultados de las elecciones presidenciales 2020.

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