POR CARMEN CARVAJAL
La temporada de huracanes del pasado 2005 fue una de las más activa de las últimas décadas, a pesar de lo cual ninguno de los muchos fenómenos que tocaron el Caribe visitó a la República Dominicana, y sin embargo, se rompieron récords en cuanto a la caída de las lluvias y las previsiones de desastres que evitaron daños sensibles a cosechas y a personas.

El próximo junio comenzará la nueva temporada, tras los desastres ocasionados por la gran cantidad de huracanes que tocaron a varios países de la región, especialmente a Cuba y Estados Unidos.

 La esperanza es que la suerte siga acompañándonos y los huracanes se alejen.

Sin embargo, no sólo los huracanes producen desastres.

 Las lluvias abundantes suelen ocasionar más muertos y daños a las cosechas dominicanas. Vienen en cualquier fecha, ya que la temporada de lluvias no es tan exacta.

Tomando en cuenta esta circunstancia y la vulnerabilidad del país a estos fenómenos, desde principios del 2005 y en cumplimiento de lo que dispone la ley 6400, el gobierno, a través del Consejo de Mitigación, Prevención y Respuestas, determinó que las instituciones miembros crearan unidades institucionales de apoyo, especializadas en el manejo de desastres.

La idea es que cada institución realice aportes para prevenir desastres e intervenir rápidamente ante cualquier percance en el área de su incumbencia.

Es con esta premisa que el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos,  entidad que tiene a su cargo la gestión de los recursos hídricos del país  creó el UDINDRHI, que es su unidad de desastres.

Esta unidad busca reducir el impacto negativo de los desastres naturales, planificar las acciones de prevención, mitigar y dar respuesta oportuna ante la ocurrencia de algún fenómeno dañino.

Además de planificar y coordinar las acciones regionales, competencia del INDRHI durante los operativos de emergencia, la unidad debe coordinar con las demás instituciones del Comité de Operaciones de Emergencia (COE).

También debe recopilar información, programar estudios, planificar programas de capacitación del personal y elaborar instructivos.

En cuanto al plan de trabajo, el principal aspecto es el relativo la gestión del riesgo frente a los desastres naturales, con énfasis en la prevención, ya que la unidad tiene un carácter sectorial y depende de una Comisión Nacional de Emergencias, que es la instancia clave en momentos en que ocurra algún desastre que requiera medidas de mitigación y de respuesta, que deben ser aplicadas por las comisiones sectoriales.

En cuanto a la prevención da importancia a la evaluación de la vulnerabilidad, determinando lo que se conoce como espacios específicos de vulnerabilidad, para destacar los puntos críticos de la geografía nacional, lo que permite identificar a los grupos sociales que han sido afectados más intensamente por los desastres naturales.

Es decir, que prevención de los desastres pone atención especial a temas como la identificación de las amenazas, su potencial y jerarquía de riesgo; las vulnerabilidades que se deben definir, categorizar y ubicar en mapas temáticos hasta lograr una geografía de estas y de los riesgos que pueden causar, y una identificación de las medidas de mitigación y respuesta que se podrían poner en practica luego de ocurrido los desastres.

Para ello se requiere de una adecuada capacitación, entrenamiento de técnicos y usuarios de los recursos hídricos, pues se considera que lo determinante para desarrollar acciones de prevención y de mitigación comunitaria se relaciona siempre con la parte organizativa, en el marco de una investigación-acción que motive a las organizaciones en las comunidades de usuarios para el logro de los objetivos previstos.

Organización

El ingeniero Víctor Tavárez, encargado del departamento de Presas del INDRHI, explicó que desde antes de la temporada de huracanes del año pasado, la UDINDRHI estaba operativa, ya se han  estructurado todas las logísticas, se han adquirido los equipos necesarios para su operatividad y se han enviado a varios técnicos a realizar cursos en el exterior.

Actualmente el INDRHI cuenta con cuatro unidades de desastres: Yaque del Sur, en San Juan; Nizao y el Este, situada en Santo Domingo; Yuna – Camú, en Bonao, y Yaque del Norte, en Santiago.

Todas están disponibles para actuar enseguida en cualquier lugar que sea necesario y ante cualquier emergencia, tanto para labores de prevención, como de recuperación.

Cada una de estas unidades está dotada del personal capacitado necesario, así como de una buena cantidad de equipos, entre los que figuran bombas extractoras, para bajar las inundaciones; dragalinas, retroexcavadoras, anfibios, gredars, palas, buldozer, camiones y la flotilla de camionetas con cabina del INDRHI, que inmediatamente ocurre un desastre, pasa a disposición de la unidad.

 Tavárez sostuvo que la preparación de la unidad fue la que permitió que, a pesar de las cantidades récords de lluvias que cayeron sobre el país el pasado año, los daños no se dejaran sentir con fuerza en el campo dominicano.

Otras de las acciones ejecutadas por esta unidad son la recopilación y divulgación de información sobre vulnerabilidad, la elaboración de un Atlas de Inundaciones, y sobre control de inundaciones en las cuencas de los ríos Yaque del Norte, Yaque del Sur, Ozama, y Yuna.

También, un proyecto de alerta temprana asistida con radar Doppler, un instructivo de operación en emergencias de las presas de Sabaneta, Sabana Yegua, Jigüey -Aguacate, Valdesia -Las Barías, Hatillo, Río Blanco, Rincón, Taveras-Bao-López y Monción-Contra embalse.

Otro proyecto elaborado fue el de la red sísmica del INDRHI y una guía de inspección de presas después de un sismo.