Hoy martes 21 de marzo entra la estación favorita del año y quizás con las prisas diarias muchos no se han percatado de los cambios que en los últimos días se dan con la Primavera, y aunque no se marca tanto como en otros climas, nuestros campos y ciudades tienen colores propios de esta época del año.

Desirée Cepeda, a través de su trabajo diario, su contacto permanente con la materia prima de MADE, su empresa de flores, nos pone al tanto de las señales primaverales dominicanas.

“En la ciudad hay una explosión floral. Las tabebuyas o Roble Puertorriqueño se ven en las avenidas Bolívar e Independencia en plena floración. Es un derroche de tonos lila, rosado, morado, donde hasta las aceras están alfombradas de estas flores que son como copitas o campanas”.

Cepeda señala que si nos dirigimos al Cibao, vemos las amapolas, con su característico tono anaranjado, y precisa que sus flores están ligadas a la tradición campesina con coplas y poesía popular. Las hay también en la colonia Cambita.

En el norte, y en la región Este, explica que se puede ver el “Piñón Cubano”, con sus flores rosadas que algunos comparan con los cerezos de la ciudad de Washington.

Al piñón cubano los campesinos lo llaman “vivo”, pues sirve de cerca y para marcar linderos en las fincas. Así, al florecer, lo vemos en hileras, como diseños hechos con cordel.

La Buganbiglia o trinitaria es la mayor colorista por la variedad de tonos que proporciona al paisaje urbano. Si se observa, están en todo su esplendor con la luz primaveral. La trinitaria requiere poca agua y mucho sol, y lucen espectaculares en verjas y balcones.

“Aunque quizás hoy no todos reparen visualmente en que llegó la Primavera, de seguro para muchos ya comenzó, pues su optimismo y alegría se respiran en el aire”, dice la experta en flores.

Cepeda expresa su deseo de que las personas se animen con frecuencia a romper  la rutina saliendo de la ciudad, para así disfrutar la maravillosa época primaveral dominicana.