La primera boda gay entre militares

La primera boda gay entre militares

SEVILLA, ESPAÑA, (EFE).- La primera boda gay entre soldados se celebrará en Sevilla (sur de España) el próximo 15 de septiembre, oficiada por el alcalde y con la presencia de más de una treintena de militares, compañeros y amigos de la pareja. Los dos contrayentes, que se llaman Alberto, explicó a Efe uno de ellos, tienen 27 y 23 años y trabajan en la Base Aérea de Morón, cercana a la capital andaluza, donde residen.

No ocultan su relación ni en su trabajo ni ante sus familias, que asistirán en pleno a la ceremonia civil, a la que también irá el secretario de Movimientos Sociales del Partido Socialista (PSOE), Pedro Zerolo, que les ha asesorado durante los últimos meses.

A pesar del revuelo mediático suscitado por su enlace y de las constantes llamadas de periodistas que hoy está teniendo que atender, Alberto afirma que quería dar a conocer su historia “por poner un granito de arena en la ayuda a la tolerancia”.

 Aunque ha pasado más de un año desde la aprobación de la ley que permite los matrimonios homosexuales, ambos son conscientes de la repercusión que tiene la noticia, por su condición de militares, y aseguran haber querido huir del “cotilleo”.

Se conocieron hace cuatro años en Madrid, cuando el mayor de los dos, sevillano, era ya militar y el otro aún no.

 En la capital de España vivieron durante un año y después decidieron mudarse a Gandía (este), momento en que el que ya era soldado decidió darse de baja en el Ejército para volver a ingresar con su pareja cuando salieran dos plazas en una misma base.

Eso sucedió en septiembre del año pasado, cuando accedieron a dos plazas de soldado en la Base Aérea de Morón, cerca de Sevilla.

Además de la “estabilidad económica” que les proporciona el Ejército, uno de los contrayentes proviene de una familia de militares, con lo que siempre le ha llamado esta profesión.

Antes de fijar la fecha de su boda, dirigieron un escrito a la Presidencia del Gobierno para saber si alguno de los dos podría sufrir alguna consecuencia, como un cambio de destino, tras su boda.

La respuesta, según Alberto, fue clara: nada de aquello sucedería y, si pasaba, no tenían más que ponerse en contacto con el Palacio de la Moncloa, residencia oficial del presidente.

Sus compañeros de la Base Aérea de Morón, algunos de los cuales están invitados a la boda, sabían que los dos Albertos eran pareja desde antes que comenzaran a trabajar allí, porque esta instalación militar es “como un pueblo pequeño”.

“A la cara no hemos tenido problemas, de oídas sí, como pasa en otras partes”, señaló Alberto, que agregó que van a remitir una invitación al enlace al presentador de televisión venezolano Boris Izaguirre.

El mayor de los Albertos quiere adoptar y el menor es más reticente, aunque ambos son conscientes de que son “jóvenes” y “a lo mejor dentro de unos años pensamos diferente”.

Los dos han hecho pública la noticia de su boda estando fuera de la Base, uno de ellos de baja y el otro sometiéndose a pruebas médicas, por lo que desconocen aún cuál será el impacto que tendrá entre sus compañeros, de los que ya han recibido llamadas de apoyo.

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