La historia dominicana oficial tiene vacíos y contradicciones; pero hay un hecho irrefutable: nuestro país estuvo todo ese período en pública subasta, sea para el protectorado, la anexión o la cesión parcial de su territorio.
En realidad, la República se inició en 1821 con la independencia de Núñez de Cáceres y siguió con la dominación haitiana del 1822-1844, que aunque impuesta con la llegada del ejército de Boyer, fue incruenta. No hubo un estado de ocupación propiamente dicho, pues la gran mayoría de sus efectivos militares eran dominicanos.
Tan pronto fue liquidada la facción trinitaria en julio del 1844, los gobiernos dominicanos que tuvieron vigencia, sobre todo de Santana y Báez, solo se disputaron la nación preferida para sus tratativas antinacionales: Santana fue partidario de vincular el país a Estados Unidos, pero lo anexó a España en 1861; mientras Báez osciló entre el protectorado con Francia y España, para terminar tratando de anexarlo a los Estados Unidos; lo que no logró por la tenaz oposición de los patriotas y el Senador norteamericano Charles Summer, en 1869-1871.
Manuel Jimenes, quien encabezó un breve gobierno (1848-1849) había sido partidario del protectorado con Francia. La Revolución Liberal del 1857-1858 se inició con un movimiento de los ex santanistas, Valverde y Franco Bidó; pero de esas jornadas surgió un grupo liberal y patriota genuino con Espaillat, Benigno F. Rojas, Bonó y otros, quienes no pudieron evitar que le entregaran el mando de las tropas sitiadoras de Santo Domingo a Santana, quien después de desalojar a Báez, se volvió contra sus protectores y preparó la anexión a España.
La llamada Primera República tuvo un gran apóstol; Juan Pablo Duarte; y varios actores principales, como el propio Duarte, exiliado el 27 de febrero: Sánchez, principal responsable del pronunciamiento, Mella, quien disparó el trabucazo en momentos de indecisión, Bobadilla, clave en la alianza con los conservadores, principal redactor del Acta de Separación y presidente de la Junta Central Gubernativa desde el día 28; Puello, artífice del respaldo militar al movimiento, y los hermanos Santana, quienes marcharon desde El Seibo el 26 con sus seguidores que constituyeron el primer ejército nacional, y luego caudillo político-militar por excelencia de ese período, pero fusiló a los Sánchez, los Puello, Duvergé, y otros patriotas, y entregó el país a España.
Lo cierto es que la oligarquía de hateros, curas e importadores extranjeros impusieron su posición de buscar la protección de una potencia extranjera, y hombres como Duarte, Pina, Pérez, Sánchez y Mella fueron abandonados, por lo que se convirtieron en víctimas de los anexionistas de esa oligarquía.
Pero sin duda los dominicanos de a pie, primero del Sur y luego de la banda Norte, fueron los verdaderos actores del proceso de intelección y realización de la independencia nacional, que comenzó con la resistencia encabezada por Juan Barón en 1802 y 1805 contra los haitianos; continuó con la llamada Reconquista del 1808-1809, que derrotó a los franceses, en la cual Ciriaco Ramírez postuló la independencia; siguió con la independencia Efímera de Núñez de Cáceres, que desplazó a los españoles: continuó con el triunfo de la Restauración con Luperón y Cabral ; y terminó con la resistencia heroica de éstos en 1869-71, que frustró la anexión a Norteamérica