La principal vía ferroviaria de EEUU se deteriora lentamente

La principal vía ferroviaria de EEUU se deteriora lentamente

NUEVA YORK. Los trenes que enlazan los centros globales de enseñanza, finanzas y poder en la costa este DE Estados Unidos cruzan túneles cavados poco después de la Guerra Civil y puentes de un siglo de antigüedad que a veces provocan atascamientos cuando se levantan para permitir el paso de remolcadores. Cientos de kilómetros de cables colgantes que suministran electricidad a las locomotoras fueron colocados durante la Gran Depresión.

Las vías del llamado “Northeast Corridor” (Corredor Noreste) están en un deterioro persistente por la corrosión, están cada vez más débiles y transportan más personas que nunca en la región con más densidad de población del país. La importancia del ferrocarril fue más evidente después del descarrilamiento ocurrido el martes del tren 188 de Amtrak mientras tomaba una curva a gran velocidad en Filadelfia, dejando ocho pasajeros muertos y más de 200 lesionados. Debido a la tragedia se dispuso el cierre de parte del corredor toda la semana.

En un día normal, 2.000 trenes operados por Amtrak y otros ocho sistemas ferroviarios transportan 750.000 pasajeros entre Washington y Boston, convirtiendo el servicio en un enlace vital para quienes viajan entre ciudades y suburbios. Los investigadores federales tardarán meses para determinar qué causó el descarrilamiento. La velocidad, no la falla del equipo, parece haber sido un factor clave.

Aun así, el desastre ha vuelto a enfocar la atención en el lento deterioro de una infraestructura vital, con una lista interminable de pendientes. Según proyecciones, se necesitarían 21.000 millones de dólares sólo para remplazar partes que continúan en uso y que rebasaron su periodo de servicio. “Los riegos son enormes”, había advertido el presidente de Amtrak, Joseph Boardman, en su solicitud de financiamiento para este año que presentó al Congreso.

Dijo que el corredor enfrentaba “una crisis debido a décadas de financiamiento crónico insuficiente”. Algunos legisladores federales quieren quitarle recursos a Amtrak, no darle más.

Un día después del accidente, la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó reducir el año entrante el subsidio federal a Amtrak en 251 millones de dólares para que quede en 1.100 millones de dólares. “Simplemente el dinero no alcanza”, dijo Rebecca Reyes Alicea, de la Administración Ferroviaria Federal.

En su trabajo como la administradora de la agencia para el programa del Corredor Noreste, Reyes Alicea ha contribuido a que los estados hagan valer su influencia en conjunto y exijan recursos para todo el corredor, en vez de que se los peleen. Amtrak incrementó en 50% su participación en el transporte de pasajeros desde 1998, debido principalmente a que puso en marcha trenes de alta velocidad, preferidos ahora por quienes solían viajar en avión entre Nueva York, Washington y Boston.

Amtrak transportó la cifra histórica de 11,6 millones de pasajeros por el corredor durante el año fiscal 2014. Los trenes suburbanos —que dependen considerablemente del corredor ferroviario, como el Tren Metro-North que da servicio a Nueva York y Connecticut— también han trasladado cifras sin precedentes de pasajeros. Reyes Alicea presentó una lista de necesidades, desde una estación más grande en la terminal norte de Boston, hasta los trabajos por hacer en los puentes obsoletos que se ubican en algunas secciones de los 724 kilómetros (450 millas) que terminan cerca del Capitolio.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas