La producción agrícola

La producción agrícola

El pasado día 27 de este mes, el Senado de la República aprobó realizar una investigación para determinar el uso actual de la superficie de tierra cultivable, a fin de aprovechar los altos precios internacionales de los alimentos, mediante una estrategia que ponga a producir la tierra ociosa del país, incluyendo la de reforma agraria.

Esa disposición sustenta una buena intención, porque desde hace mucho tiempo la República Dominicana se ha visto en la necesidad de invertir cientos de millones de dólares en la importación de alimentos, gran parte de los cuales podrían producirse en nuestros campos.

Sin embargo, hay algo que debemos añadir: la ampliación de nuestra producción agropecuaria no solamente debe ser vista como una coyuntura para aprovechar los precios internacionales de los alimentos, sino como una forma de garantizar primero la alimentación de los dominicanos.

La iniciativa del Senado establece que “es urgente que el país ejecute un plan  estratégico que explote al máximo su potencialidad agroalimentaria, poniendo en producción todas las tierras baldías existentes con vocación agrícola y ganadera”.

La resolución pide al Ministerio de Agricultura revelar las estadísticas de importaciones agropecuarias, por productos y empresas beneficiarias, la superficie de tierra en el sector bajo cultivo y uso, por provincia, igual que la posibilidad de obtener en el país parte de los insumos que hoy se importan.

 Si se pone en marcha un plan de ese tipo, el país tendría otros múltiples beneficios, como serían la reducción de los procesos migratorios hacia nuestras ciudades, la creación de nuevas fuentes de trabajo y un alivio en la sangría de divisas que representan las importaciones de rubros agrícolas. Pero además podría lograrse una mayor productividad en las tierras destinadas a la agricultura, para lo que también se necesitaría de mayores recursos económicos para ampliar el riego, aparte de que de seguro sería posible racionar el uso del agua, con tecnología de punta, como es el sistema de goteo controlado por computadoras.

Un aspecto que es necesario considerar, en lo que respecta a la Reforma Agraria, es la de organizar a los campesinos por tipos de producción, en una gran Corporación que les permita ser sujetos de créditos bancarios, no solo en el Banco Agrícola, que anualmente se ve obligado a pedir auxilio del Gobierno porque a menudo muchos de sus beneficiarios no honran sus deudas, especialmente durante periodos electorales. Esa Corporación debería estar dirigida, en principio, por el Ministerio de Agricultura, con la ineludible participación de los campesinos en el Directorio de la Corporación, para evitar que las decisiones de la misma estén permeadas por la política partidarista.

Esto es solamente una idea.

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