El almuerzo de CONFENAGRO tuvo como invitado al presidente Danilo Medina presentado como el “hombre que más ha ayudado al campo dominicano”. Fue una reunión práctica esencialmente gerencial y técnica, abordándose con franqueza realidades, potencialidades y falencias de la agropecuaria nacional. Es lógico, siendo una institución empresarial que comprende 15 sectores productivos y más de 600 asociaciones, federaciones, cooperativas, confederaciones y clústers, aglutinando a la flor y nata de más de 200 mil productores organizados de toda la pecuaria y agricultura que absorbe a más de medio millón de trabajadores y el impacto social que ello significa.
Eric Rivero, presidente de CONFENAGRO, resaltó que el presidente ha demostrado que reconoce que la República Dominicana es un país en que su columna vertebral se centra en lo agropecuario y no en los servicios. Ciertamente, en la estrategia de desarrollo diversos sectores de servicios tienen que atenderse y ampliarse pero si no hay una producción agropecuaria dando respuestas a las necesidades de alimentación de la población y los propios requerimientos de insumos que conllevan sectores de servicios altamente consumidores, como el turismo, ni se alcanzaría la urgente seguridad alimentaria y la nación vería agudizarse su dependencia de mercados internacionales. Lo uno y lo otro sería muy grave para la prosperidad nacional, la paz social y la capacidad de inserción internacional en condiciones de independencia. Pobre de este país si olvida su agropecuaria; la mayoría de los grandes países industrializados cuentan con poderosos sectores productores de alimentos.
Otras dos intervenciones fueron las de Wilfredo Cabrera, por el sector pecuario, e Iván Tío por el agrícola quienes, a la vez que caracterizaban las potencialidades de los respectivos sectores – aún insuficientemente reflejado en los medios-, apuntaban hacia las necesidades y peligros que se enfrentan. Se coincidió en reclamar, ampliamente respaldado por el auditorio, la urgencia de revisar el DR-CAFTA por sus consecuencias sobre la agropecuaria nacional. Entre las solicitudes que se expresaron en lo estratégico y lo político se debe destacar: impulsar la acuicultura, recuperar la industria azucarera, promover la agroindustria para lograr un mayor valor agregado, acortar la cadena de distribución minimizando a intermediarios, continuar ampliando las exportaciones del sector, priorizar al productor nacional en las compras estatales; además, incluir a CONFENAGRO en la Junta Monetaria, el Consejo Nacional de Seguridad Social, en otros consejos vitales como el del Banco Agrícola, el CEA y otros, así como crear una Comisión de Seguimiento de las Propuestas del Sector Agropecuario.
Al entregársele un reconocimiento, Danilo se vio compelido a hablar – no estaba en el programa – e hizo referencia al famoso libro del estadounidense Paul Roberts, titulado “El hambre que viene” donde alerta que variables de la globalización están provocando la reducción de áreas sembradas de alimentos lo que tendrá nefastas consecuencia en un futuro cercano para lo cual el país tiene que irse preparando para alcanzar la seguridad alimentaría. Evidentemente, la visión gubernamental sobre el cambo no es cuestión política, sino estratégica.