La producción y el consumo sustentable

La producción y el consumo sustentable

El consumo sustentable es un concepto que se maneja en el campo internacional a partir de las estrategias planetarias en busca de programar el futuro de la población humana y la necesidad de acceder a fuentes de alimentos que permitan la sostenibilidad de la vida como la hemos disfrutado hasta nuestros días.

La cada vez mayor población que pasa hambre en el mundo, la escasez de alimentos y el alza de los productos considerados básicos en la dieta de la población representan una gran amenaza y a la vez un desafío para quienes tienen la responsabilidad de prevenir el desastre con miras a evitar la catástrofe que implica la extensión de la hambruna de la que ya se manejan cifras alarmantes.

Los últimos datos de las Naciones Unidas referidos al hambre en el mundo, indican que mil veinte millones de personas pasa hambre, lo que equivale a la sexta parte de los que habitamos el planeta, situación que se agrava con las alzas de los cereales, los cuales junto a sus derivados conforman la dieta de la mayor parte de los humanos.

De las personas que pasan hambre, alrededor de 30 mil muere cada día de inanición, cifra que va en incremento sin que se vislumbre su disminución dada la crisis financiera y los altos precios de los alimentos del que hablan los reportes en el campo internacional y de los que se sienten sus efectos en el país.

En medio de este panorama existe la interrogante: ¿qué va a pasar con el futuro, qué le vamos a dejar a las futuras generaciones? ¿Cuáles son los desafíos  para la República Dominicana?

En vista de los hábitos alimenticios y la capacidad productiva del país, la hambruna no será un problema, ya que el arroz se produce en gran escala, y nuestra dieta depende mayormente de productos nativos que solo se ven afectados por factores externos, como los precios de los combustibles y los componentes importados implicados en su producción.

Cuando en el 2008 se anunció la hambruna por el problema de las alzas de los cereales, todos nos pusimos las pilas para incentivar la producción y la gente sembró hasta en los patios y de verdad que salvo las alzas en los precios de los combustibles fueron los efectos más sentidos, como siempre ocurre por nuestra dependencia de los mismos.

Como compartimos la isla con una población que atraviesa una situación muy difícil, estamos compelidos a planificar el futuro tomando en cuenta a nuestros vecinos, de modo que al pensar en la producción y el consumo sustentable, debemos programar cómo ayudar a reforestar en Haití.

Según datos obtenidos, se requieren 22 millones de árboles para reforestar parte del territorio vecino, de modo que si queremos producción sustentable y cambiar los indicadores de pobreza de este lado de la isla, debemos pensar en que debemos contribuir para que nuestros vecinos no se constituyan en una amenaza que provoque que en nuestro territorio ocurra lo que pasó en el otro lado.

Si estamos en condiciones de programarnos para que en el futuro nadie pase hambre en la isla, debemos sentar las bases para proveer a las generaciones por venir de productos y servicios que respondan a las necesidades básicas y garantizar una mejor calidad de vida.

Programar  el consumo sustentable es pensar en la alimentación de cerca de 20 millones de habitantes, que es aproximadamente la población de República Dominicana y Haití.

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