La proliferación de las armas en manos civiles

La proliferación de las armas en manos civiles

Las voces de dos connotados representantes de la Iglesia Católica han alzado sus voces, en las últimas semanas, contra la proliferación de las armas de fuego en poder de civiles.

Las preocupaciones de ambos miembros del clero son válidas, en atención a los numerosos casos de violencia que registra la sociedad dominicana.

La Secretaría de Interior y Policía ha informado de la gran cantidad de permisos que se han otorgado, para la tenencia de revólveres.

Y por las estadísticas oficiales se deduce que son muchas las personas que andan en poder de un arma.

Lo que llama poderosamente la atención no es quizás el número de autorizaciones, sino a quién o a quiénes se les hayan expedido, en qué período y bajo cuáles razones.

En una nación altamente politizada como la nuestra, no tiene nada de extraño que cualquier activista político ande exhibiendo un arma.

Los hemos visto en lugares públicos haciendo galas de su privilegio, e incluso delante de menores. Un verdadero peligro.

El trasiego ilegal de armas desde Haití, que se remonta a muchos años atrás, constituye otro factor de esa desmedida circulación de pistolas al cinto de cualquier ciudadano común.

La ley sobre porte y tenencia de armas de fuego hay que revisarla, endurecer sus requisitos, mientras se ejecuta un verdadero y creíble plan de desarme.

Nunca como ahora se ha hecho indispensable que se toma la ley en las manos.

Solo así podremos reducir los índices de criminalidad existentes.   

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