PARIS. AFP. La dramática proliferación de medusas en los océanos de todo el planeta -acarreada por una excesiva explotación pesquera y el cambio climático- es un signo seguro de problemas en los ecosistemas, según los expertos.
Las medusas son excelentes líderes del medio ambiente, explica Jacqueline Goy, miembro del Instituto Oceanográfico de París, al advertir que cuantas más medusas hay, más fuerte es la señal de que algo cambió.
Esas criaturas marinas sin cerebro compuestas en su mayor parte de agua han ido ocupando, sigilosamente, el vacío creado por el voraz apetito humano de pescado. Ahora, deshacerse de ellas será difícil, previenen los biólogos marinos.
Las medusas ocuparon el lugar dejado por muchas otras especies, reitera Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana, una organización internacional para la conservación de los océanos del planeta.
La picadura de esos invertebrados causa muchas molestias e incomodidades, pero lo más peligroso es que su reciente aumento ha devastado también especies marinas nativas de esas aguas, amenazando además el turismo.
Las medusas
Estas criaturas
Los científicos están de acuerdo en un dato: la pelagia noctiluca -el tipo de medusa que con su veneno causa la parálisis de sus presas y que a los humanos provoca escozor y rojeces- volverá a ser la pesadilla de las playas mediterráneas en los próximos meses.
Esa presencia no preocupa a los científicos, sino su frecuencia y persistencia.