La propuesta de temo

La propuesta de temo

JOSÉ LOIS MALKUN
Dice uno de los titulares de prensa «Temo la Pone en China al Desarrollo Económico» a raíz de las declaraciones del Secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, cuando se refirió a los años que se necesitan para igualar a la República Dominicana con los países de altos ingresos.

En otras palabras, el Secretario Montás dijo que se necesitan 40 años para que igualemos el ingreso per capita de los países desarrollados si crecemos sostenidamente sobre el 5%. Pero lo más importante de esta declaración es la afirmación de que esta meta no se puede lograr sin que haya un plan consensuado para los próximos 25 años que trace los objetivos que deben alcanzarse para lograr este desarrollo. O sea, se requiere de un Pacto Social donde participen todas las fuerzas sociales, políticas y económicas del país para empujar en una misma dirección.

 Eso suena muy interesante. Pero no debemos olvidar que hace más de un año el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dijo lo mismo. Habló de la necesidad de un Pacto Social y todos los partidos y organizaciones sociales y empresariales lo apoyaron, excepto el gobierno que apenas se dio por enterado.

Y queremos hacer tres reflexiones sobre estas declaraciones de Montás para dejar algunas cosas claras:

1. Podemos crecer al 10% anual durante 40 años y seguiremos empobrecidos, hambrientos, enfermos de salud y mal educados.

2. Pero de igual manera podemos crecer al 5% anual y en 15 años convertirnos en una nación bastante avanzada económicamente como lo está hoy Chile.

3. La diferencia está en que para producir ese cambio con cualquier nivel de crecimiento, hay que transformar profundamente al Estado Dominicano, lo que es imposible de lograr sin un Pacto Social. Pero los partidos cuando llegan al poder se olvidan de los pactos. Hablan de ello cuando están en campaña o necesitan oxígeno para terminar su fracasada gestión pública.

Cuando comienzan a gobernar, su único objetivo es hacer cancelaciones masivas en la administración pública y buscarles empleos a sus militantes aunque tengan que llevar la nómina a niveles insostenibles. Promueven con ahínco la persecución política contra todo lo que huela a Gobierno anterior y el revanchismo y la retaliación se extiende como pólvora en todos los estratos de la sociedad.

Es común que funcionarios del gobierno de turno llamen a determinados empresarios o banqueros para que no les den trabajo a ex funcionarios del Gobierno anterior a quienes consideran sus enemigos.

Definitivamente, el sectarismo de este gobierno no tiene precedentes, por lo que carece de calidad moral para proponer nada. El Señor Montás debió hablar de ese Pacto hace tres años y no cuando su Gobierno esta terminando.

Debió hacerlo antes de nombrar 200 mil empleados públicos adicionales llevando la nómina a niveles nunca visto. Debió hablar de ello antes de convertir el presupuesto de la Nación en una fuente de despilfarros y enriquecimiento que no tiene precedentes. Pudo haber propuesto ese pacto para decidir sobre la construcción del Metro y no imponerle al país esa obra destructiva y corruptiva. Pudo proponer un pacto para mejorar la educación, la salud y la seguridad social y no llevarla a los vergonzosos niveles en que hoy se encuentran. Como también debió pensar en las consecuencias futuras de violar la constitución gestionando recursos externos sin pasar por el Congreso.

Bajo este escenario, Montás se equivocó tajantemente en el horizonte de largo plazo. Porque nuestro desarrollo no llegará nunca manejando el gobierno como se ha hecho en su propia gestión. Como tampoco habrá pactos de ninguna clase si no terminan las retaliaciones políticas, la compra de votos, el sectarismo enfermizo, la mentira como arma política y la administración corruptiva de los recursos públicos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas