En días pasados, visité el municipio de Sosúa, Puerto Plata, y he quedado con un sabor amargo de lo que vi en un pueblo que ha dado tanto al país y seguirá dando. Lo de allí es crítico, pues la presencia de cientos de trabajadoras sexuales habla muy mal, sobre todo que esto sucede en el centro de la ciudad.

Había leído el artículo de mi profesor y experto en turismo, Quiterio Cedeño, titulado “¿Prostitución como atractivo turístico? No”, publicado en su columna del periódico El Caribe, donde hace referencia de lo que se está viviendo en Sosúa.

También, el colega Óscar Peralta hizo una advertencia sobre la prostitución en esta zona y el daño que esta genera al turismo en Sosúa, y pide la aplicación de la Resolución 17-2017 y la Ordenanza 01-2021.

Hay que ver lo que allí sucede, cómo se pasean las damas por las principales calles sin ningún control ante los ojos de los habitantes y visitantes que se impresionan por las vestimentas y las formas de ofertarse que tienen.

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Llama mi atención que las autoridades locales no hayan aplicado esta resolución y ordenanza, porque ya se hace urgente, pues las distintas instituciones que buscan reactivar el destino están con el grito al cielo, pues el turismo de familia se ha ausentado casi a su totalidad, representando el deterioro y la caída del destino.

Después de la pandemia, hemos visto cómo el Gabinete de Turismo ha hecho un gran esfuerzo para recuperar el turismo, y que esta situación tan crítica opaque la zona de Puerto Plata no se puede permitir.

Las autoridades locales deben buscar ayuda en el Ministerio Público, Politur y Policía Nacional para enfrentar esta terrible problemática que resta mucho al gran destino que Sosúa.

Estamos claro que la prostitución genera placer, pero a la vez trae negocios turbios como la trata de personas, el microtráfico y degradación del destino, por lo que se debe ir en auxilio de Sosúa.

La impresión de tristeza que generó ver cómo está el centro de este municipio, tan importante para el país y el turismo, es de espanto, y no podemos permitir que esta problemática siga aumentando.

Se hace necesario una intervención, pero ya.