La provincia absurda de Santo Domingo

La provincia absurda de Santo Domingo

ENRIQUE MARCHENA PEREZ
En nuestro país lo irracional y lo insólito, donde quiera se presenta, todo por la irresponsabilidad de los políticos que con su accionar destruyen nuestras tradiciones y cultura; como es el ejemplo de inventase crear una provincia absurda dentro de la ciudad de Santo Domingo de Guzmán, hecho que es el ridículo más grande del universo.

Ahora tenemos que el nombre de la común cabecera del Distrito Nacional y capital de la República; lo clonaron y se lo atribuyeron, pero tripartita, a la aún indeterminada ubicación exacta del lugar donde está y nació la común cabecera de la provincia absurda de Santo Domingo; porque debieron denominarla y encontrarle, lógicamente, otro nombre diferente sin tener que piratear el nombre histórico, tradicional y natural de Santo Domingo. Para colmo de la estupidez dicha provincia su común cabecera está dividida en tres, que son: Santo Domingo Bis I, Este; Santo Domingo Bis II, Norte; y Santo Domingo Bis III Oeste. Con lo cual se completo el tremendo disparate de dividir una ciudad que creció históricamente con nombre propio, con su cultura y tradición lo cual fue asumido durante más de 500 años, por lo pocos vecinos que la fundaron. Por eso los habitantes de la provincia absurda jamás tendrán como narrar, como todas las ciudades del mundo, el origen de su fundación y donde se ubicaron sus primeros vecinos.

La perturbación que ha causado esta mutilación de la ciudad, a las instituciones públicas, es tremendo, pero el mismo no lo han hecho del dominico público por la conspiración del silencio de la politiquería, la inversión de valores que nos afecta, al incumplimiento de las leyes, la falta de respecto a las instituciones, la descomposición moral y social y la violencia contra la ley.

Este absurdo de nuestros políticos que nos cuestan tan exorbitantemente por sus privilegios inmorales, pero que lamentablemente, los pobladores de Santo Domingo guardaron silencio cuando se propuso; donde también el diezmado Colegio de Abogados totalmente inoperante que no opina nada acerca de los proyectos de leyes que surgen de nuestros legisladores que están llevando a la República camino de la desinstitucionalización.

Santo Domingo con apenas 2,199,000 de habitantes conforme al almanaque mundial del 2005, fue convertida absurdamente en cuatro pedazos al inventarse una provincia para satisfacer la gula politiquera de los políticos, de buscar cargos innecesarios y llenarse sus agallas insaciables, dañando la economía del país, pretendiendo justificar este despropósito, para ocultar la ineficiencia y el mal manejo del desempeño gerencial en los cargos públicos que ostentan, de lo cual nadie le pide rendir cuentas.

También la culpa del invento de la provincia la tienen los llamados dirigentes sindicales porque sólo les interesa lo suyo; duermen el sueño de la indolencia y carecen del ideal nacionalista para defender los puestos de trabajo de los dominicanos, pues sólo miran lo que les conviene. La mentada sociedad civil que de todo opina, callaron también, y dejaron que se aprobara este disparate, ya que tal absurdo es consecuente a su política de modernización que en algunos casos su finalidad es la de destruir nuestra cultura, tradición y nacionalidad para imponernos culturas exógenas.

Se imaginan ver a la ciudad de París porque tiene una población de 10,150,000, que pretendan dividirla en cinco provincia de París Norte, París Este, París Sur, París Oeste y París Central; o que ciudad México que tiene 8,937,175 de habitantes; recomienden dividirla en ocho provincias, basados en el criterio absurdo de nuestros políticos.

Que decir de estos datos sacados del almanaque mundial del 2005 sobre las ciudades de Sydney con 4,041,400, Londres con 7,020,600, Bombay con 17,650,000, Shanghai con 8,937,175, Beijing con 6,633,929, a quien se le podría ocurrir dividirlas en provincias.

Pronto con esos criterios absurdos tendremos senadores por barrios, síndicos por cuadras, diputados por manzanas y regidores por edificios, vicepresidentes por provincias y presidentes semestrales conforme a los turnos de los partidos.

¿Cuando veremos a los pobladores de la ciudad de Santo Domingo de Guzmán, primada de américa, lograr que se deje sin efecto este absurdo? Esperemos.

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