La próxima tarea de los indignados banilejos

La próxima tarea de los indignados banilejos

El pasado viernes 22 la comunidad banileja, en su mayoría integrada por las mujeres conscientes del daño que las drogas ocasionan a sus hijos, se manifestó en una caminata vespertina en horas laborales por las calles de la ciudad previa bendición del párroco de la iglesia de la Santa Cruz.
La multitud acudió motivada para hacerle ver al país y las autoridades sus temores y desesperaciones al estar arropados por el auge del negocio del narcotráfico con la delincuencia añadida afectando la tranquilidad y el trabajo de una comunidad que conserva todavía la sentencia de Eugenio María de Hostos de que “Bani es una familia”.
El viernes pasado Bani volvió a sus orígenes y a su historia de saber defender sus derechos y tranquilidad para vivir del trabajo digno y honrado como rasgo distintivo de su historia cívica pletórica de ilustres personajes orgullo de su tierra.
Pero los organizadores indignados tienen de frente otra tarea, la cual es muchos más delicada y urgente antes que las tierras sureñas de Baní sean destruidas por la proyectada avenida de circunvalación. Esta cercenaría masivamente la rica agricultura y ganadería de esa zona y luego la arrabalización a lo largo de la avenida.
Y es que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones llamó a una licitación pública para recibir ofertas hasta mediados de marzo con el fin de construir una avenida de circunvalación de casi 20 kilómetros pasando al sur de Bani. Tendría su entronque a la altura de la entrada a la vía que comunica con el distrito municipal de Nizao, pasaría al sur de Paya y de Bani e iría afectando todos los predios agrícolas de Boca Canasta, El Llano, Sombrero y Cañafistol hasta cruzar el arroyo Bahía para empalmar con la carretera Sánchez a las alturas de Galeón. En sus primeros kilómetros afectaría las valiosas tierras de Nizao, Santana, Catalina, Ojo de Agua, Paya y Mata Gorda.
El trazado propuesto requiere de un largo y costoso puente sobre el río Baní próximo a su desembocadura en el mar Caribe que obligaría a una sofisticada estructura de pilotes y cables tacados de acero por el tipo de terreno existente de un conglomerado de los arrastres milenarios de materiales y depositados en su desembocadura.
Ya se había estudiado y diseñado otra solución más económica de menor longitud de tan solo unos 13 kilómetros. Se iniciaría en las cercanías de la carretera de acceso a Punta Catalina y pasaría al norte de Paya, Escondido, Peravia y atravesaría Rio Arriba y Villa Guera. Concluiría en el mismo punto del otro trazado cerca de Galeón en la carretera Sánchez. El puente sobre el río Bani sería mucho más corto y más económico por estar sobre unas fundaciones en roca. Este trazado no afecta terrenos valiosos para la agricultura como ocurre con el trazado por el sur.
Desde el punto de vista turístico el trazado por el sur no es un incentivo para atraer a los turistas ya que en ambos proyectos su final es en la carretera Sánchez cerca de Galeón y antes de cruzar las lomas de Las Tablas. La solución por el sur después de cruzar a Sombrero y al arroyo Bahía se dirige hacia el norte para unirse a la carretera Sánchez casi en el mismo punto donde terminaría la variante norte después de pasar cerca de La Montería.
La indignación, para este crimen ambiental y humano de hundir en la pobreza a una región, estaría más que justificada por lo que es importante hacerle ver a las autoridades que la solución sureña empobrecería a los campesinos banilejos sin aportar nada valioso para el turismo. Por lo tanto los indignados banilejos y los miles que los apoyarían deben prepararse para demostraciones cívicas de las fuerzas vivas que les duele su Bani demostrando su rechazo a un proyecto inadecuado para la tranquilidad y el futuro de su comarca.
Entonces la próxima tarea de los indignados es aglutinar las fuerzas vivas de toda la comarca banileja para proteger su patrimonio agrícola de ese propósito para destruir la riqueza. Este caso muy diferente al trazado la autopista del Coral que atraviesa cañaverales y potreros que por sus dimensiones de latifundio no afecto en nada al patrimonio del propietario de esos vastos terrenos. Pero si favoreció en mucho al trazado directo para terminar frente al aeropuerto internacional de Punta Cana.

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