FABIO R. HERRERA-MINIÑO
Los países centroamericanos y Estados Unidos están jugando a que los intereses particulares de los políticos dominicanos, con la dosis de corrupción que llevan a rastro, dejarán afuera del CAFTA-DR a Dominicana, cuando se acerca la fecha de su implementación, previo al cumplimiento de ciertos requisitos legales y de liberación aduanal del intercambio comercial, que se supone deberá entrar en vigencia el próximo primero de enero.

Por esa cerrazón mental de los políticos dominicanos, que todas sus acciones son dominadas por el aspecto político y del enriquecimiento que se derivan de sus actuaciones, está precipitando, para alegría del empresariado agropecuario, que el CAFTA-DR no sea parte de la vida dominicana. En consecuencia, experimentaremos los más variados perjuicios que afectarán al país, que ni el petróleo de Chávez ayudará a resolver el empobrecimiento que se produciría por esa tozudez, de unos que juegan al proteccionismo a ultranza, y otros, que nunca han querido estar muy ligados a los Estados Unidos.

Así mismo, surgirán los más variados perjuicios de no incorporar al país al CAFTA-DR, que hasta afectaría al sector turístico, que cada día mantiene su costosa campaña para ablandar al gobierno y los deje por la libre, sin cobrarles impuestos, y entregarle todas las obras requeridas para la infraestructura del sector, reclamadas a costa del presupuesto nacional, sin aportar significativamente para cubrir la inversión que es para su beneficio.

El país es la rabiza del TLC, se le ve como un parche mal pegado cuando ya los países centroamericanos están ansiosos porque entre en vigencia el tratado, y para el 15 de noviembre, apuestan a tener todo depurado y liberado de las cargas fiscales que pudieran impedir el inicio del acuerdo en la fecha acordada. Es muy difícil para el fisco desprenderse de los ingresos que recibe de su anquilosado sistema fiscalista de cobro de impuestos, y más cuando el principal partido de la oposición, que domina el Congreso y en las vísperas de las elecciones de medio término, jugará a la politiquería para que el país se perjudique y se quede afuera del TLC.

Hay que ver las actuaciones de los políticos, en especial los de la oposición, que en su afán de chantajear al gobierno, exigen más dinero para sus “ONGs” para aprobarle nuevas cargas fiscales, y los políticos del gobierno les anuncian al país los males más terribles si no hay reforma fiscal a su gusto y medida. Todas esas actuaciones hablan a las claras de la inmadurez de los ciudadanos que se han dedicado a la política, que al menos por un prurito de comedimiento deberían actuar mejor, sin estar enseñando sus ambiciones que afloran en sus decires y en su ostentosa y dispendiosa forma de vida.

Estamos viendo de como se escribe la crónica anunciada del fracaso en el país del TLC, ya que desde hace meses se veía venir este proceso, que aún cuando se haya sometido una reforma fiscal que reemplace los impuestos que se van a eliminar, todo ha sido fruto de un sainete muy mal ensamblado con actores que nos empujan a vivir como si el país estuviera en los tiempos finales de la dictadura de Trujillo, cuando el país fue irradiado de la comunidad de naciones latinoamericanas para quedarnos aislados, y ahora, sería por que los políticos que dominan la vida pública no tienen tiempo para darse cuenta de sus errores, ya que sus ambiciones dominan sus razonamientos, si es que alguna vez lo tuvieron.

Debería mover a preocupación las trabas que están colocando los intereses más variados para que el CAFTA-DR no entre en vigencia, pese a que fueron muchos los políticos y empresarios, que ahora se oponen al mismo, que dieron gritos de alegría y lo endosaron con entusiasmo cuando fuera firmado en la administración anterior.

Pero esa forma de actuar de la presente administración, que dejan a la libre el accionar de todo el mundo, incluyendo sus funcionarios más locuaces, no se deja sentir con un carácter recto y de obediencia, enseñando de donde es que dimana el poder democrático. No se debe presumir que existe temor para actuar y controlar a los que apuestan al fracaso de la actual administración. Ellos han encontrado en la rebeldía de oponerse al CAFTA-DR su primer puntal para continuar asediando al gobierno, que se ha resguardado en un capullo que no le permite ver la realidad y que debe ejercer el poder que lleve a la ciudadanía a sentirse respaldada por un gobierno que solo vela por los mejores intereses del país. No se le debe ver dominado por los que actúan en base a sus proyectos políticos, que sería lo menos malo, o de los que buscan las ventajas que los ayude a resarcirse de sus inversiones en la campaña del 2004, que sería lo peor.