La radio en provincias

La radio en provincias

POR EDGAR REYES TEJEDA
Participé, la semana antepasada, en la rueda de prensa que ofreció en la ciudad de La Romana la Secretaría de Cultura con el propósito de anunciar los pormenores de la celebración de la Feria Regional del Libro del Este.

Allí entré en contacto con la satisfacción y el entusiasmo de muchos escritores sólo conocidos en sus provincias, cuando el secretario de Cultura, José Rafael Lantigua, acompañado de la plana mayor de su secretaría expuso los múltiples eventos, actividades y programas que incluirá del 26 de septiembre al 1 de octubre esta versión oriental de la llamada magna fiesta de la cultura.

Durante la ronda de preguntas aprecié que la mayoría de los colegas presentes eran productores y conductores de programas de televisión, y sobre todo de la radio local de la zona; y una vez concluida la actividad conversé con algunos productores radiofónicos, quienes me explicaron el buen apoyo publicitario y la satisfactoria respuesta de la radioaudiencia ante sus programas matutinos, vespertinos y nocturnos.

Admito que aunque estos alentadores comentarios echaron sal sobre la vieja herida que siempre llevo abierta por la inexplicable carencia de emisoras en mi natal Monte Plata, me sentí gratamente sorprendido de que las provincias del Este, al igual que las del Sur y sobre todo las del Cibao, cuenten con la fidelidad de una audiencia interesada en el reflejo radiofónico de su acontecer cotidiano y el respaldo de un sector productivo regional que reconoce la importancia económica de la radio como medio de difusión de amplia cobertura, actitud tan distante de la obtusa mentalidad de los empresarios monteplatenses que han hecho y hacen imposible la pervivencia de un proyecto radial que eduque y divierta esa comunidad.

Radio-historia

El pasado lunes 11 al igual que la mayoría, recordé el más pavoroso y aterrador atentado sufrido por la contemporaneidad del mundo occidental perpetrado contra las Torres Gemelas de Nueva York, pero también rememoré el luctuoso y sangriento 11 de Septiembre de Santiago de Chile en que la barbarie aplastó la democracia y el ideal de un pueblo anegándolo en llanto e ignominia.

Hace ya muchos años José Enrique Trinidad a través de su emblemático programa “El Gran Musical”, difundió las versiones radiales del nefasto golpe, desde entonces guardo casetes polvorientos con esas voces, las prepotentes, amenazantes y crueles de los militares golpistas y la apacible, intensa y convencida voz del presidente Allende, quien según dicen, en actitud de defensa desde su despacho con una metralleta en una mano y un micrófono en otra defendió hasta la muerte con palabras y balas la voluntad del pueblo que libre y voluntariamente lo había instalado tres años antes en el palacio presidencial de La Moneda, un hecho que a treinta y tres años de distancia todavía me estremece el corazón y la conciencia, y del cual la radio dejó un testimonio sonoro para la posteridad, si es que acaso esta última existe. 

valdemar70@hotmail.com

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