La República Dominicana creció en el 2015 un 7% en un escenario regional que, de conjunto, se contrajo 0.1%. No es la primera vez que la economía se proyecta por encima del promedio regional y es reconocido por organismos globales y regionales. En 2003 el PIB total registraba un volumen de 20.43 miles de millones de dólares llegando a 67.10 en 2015 para un crecimiento de 328.4%. Si se toman solo los últimos diez años, 2005–2015 el crecimiento promedio fue 5.7%. En absoluto nada mal. Sin dudas de ahí se puede partir en análisis con diversos enfoques: en qué sectores se creció y qué impacto tuvieron en el nivel de empleo, el efecto social de ese comportamiento económico, la dinámica del endeudamiento externo y reflexiones sobre la interrelación –o diferencias- entre crecimiento y desarrollo y otros múltiples análisis a los que los economistas recurrimos dependiendo de la conclusión a la que queramos arribar o, incluso, lo que políticamente pretendamos destacar. Todo ello es cierto y válido pero la economía no ha estado funcionando mal y, según los organismos internacionales, no ya locales, todo apunta a que seguirá teniendo un buen performance.
En el Informe del FMI “Perspectivas Económicas Globales” la economía en Latinoamérica y el Caribe se contraerá en 2016 en 0.5%; lógicamente se trata de un promedio dentro del cual hay economías que crecerán – un poco más o un poco menos – y otras estarán en recesión – mayor o menor -. Así, en el marco de ese Informe de abril la República Dominicana se espera que crezca un muy bueno 5.4%, pero en el 2017 un menor, pero como quiera aceptable, 4.5%. Incluso, sitúa a Haití con 2.3% y 3.3% respectivamente. El próximo año, siempre según FMI, la región crecería 1.5%. Sabemos que en economía los pronósticos son muy vulnerables al comportamiento de diversas variables que habrá de ir generando ajustes en esos diagnósticos en los próximos meses. Sin embargo, solo una debacle geopolítica global – o de desastre natural – de grandes proporciones, podrían trastocar dramáticamente el desenlace de la economía nacional. Lo cierto es que aún no es clara ni sólida la recuperación económica mundial a pesar de señales positivas en Estados Unidos y China, pero con continua incertidumbre en Europa.