La República Dominicana se apresta a participar en la XXXI Olimpiada que se celebrará en Río, Brasil, del 5 al 21 de agosto próximo, lo que marcará la treceava ocasión que el país asistirá al certamen deportivo y cultural de mayor nivel global, desde su debut en los Juegos de Tokio, en 1964. Un balance general indica que la actuación quisqueyana ha sido discreta en ese evento arropado por el gigantismo de las grandes potencias con mejores estándares de vida, superior tecnología y efectivos programas de desarrollo de talentos.
Por lo regular, las pequeñas naciones en vías de desarrollo son arrasadas en el medallero por las naciones desarrolladas. Por ello se ha dicho, con toda razón, que en el caso de una nación como la que habitamos, nuestra verdadera Olimpiada son los juegos regionales, es decir, los Juegos Centroamericanos y del Caribe, más que los Juegos Panamericanos, donde participan los Estados Unidos y otras naciones con nivel superior.
Pese a tales desventajas, si nuestros operadores olímpicos logran poner en ejecución un amplio y sistemático programa de búsqueda y desarrollo de talentos, optimizando el apoyo de la administración pública, los resultados serían mejores en las competiciones más exigentes. El mejor ejemplo a imitar por la mayoría de las demás federaciones nacionales, lo es el Voleibol con su exitoso Programa de Detección y Desarrollo de Talentos.
Ha quedado comprobado que todas las reglas conllevan sus excepciones, y la mejor prueba la han aportado algunas naciones pequeñas que han triunfado frente a otras del denominado primer mundo. El caso más emblemático ha sido el de Cuba, que llegó a convertirse una especie de David, al extremo de quedar en el quinto puesto en el medallero de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, gracias a los beneficios de sus programas desde el sistema escolar.
Otro caso es el de Jamaica, una pequeña isla con menos de tres millones de habitantes que ha cimentado una tradición en base a sus grandiosos velocistas, encabezados por el fenomenal Usain Bolt.
Para los Juegos de Río el país prepara un reducido grupo de atletas de ambos sexos, que finalmente quedaría entre 30 y 35, pues todavía faltan algunas clasificaciones por disciplinas; la perspectiva de la delegación parece que no irá más allá de lo registrado en Beijing y Londres, donde en ambas ocasiones se obtuvieron dos preseas, una de oro y una de plata, para rubricar los que hasta ahora han sido nuestros mejores resultados en el clásico.
Entre los ya clasificados hay competidores en atletismo, boxeo, ciclismo, ecuestre, levantamiento de pesas, natación y tiro al plato. Se confía que el colectivo femenino de voleibol, entre los más cotizados del orbe, obtendrá la clasificación en una próxima justa en Japón. Entre los deportes individuales, nuestra figura más cotizada es Luguelín Santos, medallista de plata en Londres. Nuestro ícono Félix Sánchez, quien anunció su retiro recientemente, brillará por su ausencia en el certamen.
Un total de seis medallas ha obtenido el país en los anales de su participación en los Juegos Olímpicos. El primero en lograr esa distinción fue el peso gallo Pedro Julio Nolasco, al ganar un bronce en el boxeo. El vallista Félix Sánchez dio la primera presea de oro al país en los Juegos de Atenas 2004. En los Juegos de Beijing, en el 2008, el pugilista Félix Díaz conquistó la medalla de oro del peso welter ligero, mientras que Gabriel Mercedes, de taekwondo, se quedó con la medalla de plata tras una decisión muy protestada en la disputa por el oro ante su oponente mexicano.
En los Juegos de Londres en el 2012, Félix Sánchez, volvió a cubrirse de gloria al conquistar la medalla aurífera en los 400 metros con vallas, mientras que Luguelín Santos se alzó con presea de plata en los 400 metros planos.
Con el nuevo ciclo olímpico que se iniciará tras la realización de Río 2016, el olimpismo vernáculo tendrá la oportunidad de dar el salto esperado, siempre que se procure una real integración al Plan Nacional de Desarrollo Deportivo impulsado por el Ministerio de Deportes que tiene entre sus principales ejes el deporte escolar y universitario.