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La República Dominicana no tiene un sistema nacional de medicina de emergencia prehospitalaria, lo que eleva la probabilidad de que mayor cantidad de personas mueran sin atención al padecer un accidente cerebrovascular, un infarto o un accidente de tránsito.
Tener un sistema nacional de emergencia costaría al Estado RD$1,400 millones de pesos para la compra de 200 ambulancias debidamente equipadas, de acuerdo con estimaciones que tienen los cardiólogos del hospital Salvador B. Gautier.
Al tema se refirieron médicos especialistas de diferentes centros de salud, quienes consideran que la inversión y establecimiento de la medicina prehospitalaria es el talón de Aquiles del sistema de salud.
Los doctores Héctor Maceo Quezada, director del hospital Darío Contreras; Fulgencio Severino, jefe de Cardiología del hospital Salvador B.Gautier; Julio Amado Castaños Guzmán, presidente del Patronato del Hospital General de la Plaza de la Salud, y el doctor Isidro Rodríguez de la Cruz, presidente de la Sociedad Dominicana de Emergenciología.
Para salvar vidas, los primeros cuatro minutos son claves, lo mismo que un traslado adecuado de los pacientes accidentados o infartados, aseguran los profesionales.
Lo ideal es que el traslado de emergencia se realice en los primeros cuatro minutos, a partir de ahí se producen daños y la muerte, coinciden.
Esta situación eleva la mortalidad general de los pacientes que necesitan asistencia antes de llegar a un centro de salud, pues los dominicanos llegan a los cuartos de emergencias en yipetas, motocicletas, carros públicos y hasta en camas de camionetas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que un país tenga una ambulancia por cada 50 mil habitantes, por los 10 millones que tiene la RD, corresponderían 200 ambulancias, asegura el cardiólogo Severino.
Preparación. Se trata, aseguran los especialistas, de un servicio público, a favor de los dominicanos, pero debe contar con ambulancias debidamente equipadas y personal médico formado.
Se debe instalar una central en donde se manejan códigos para atender las emergencias, por ejemplo, una llamada de familiares de pacientes que tuvo un accidente cerebrovascular o de otro que tuvo un accidente de tránsito.
Es un problema de organización que implicaría organizar el hospital y el sistema para evitar mortalidad innecesaria, coinciden Quezada, Severino y Castaños.
Ven que implica abandonar el criterio de construir grandes estructuras, sin saber las necesidades de las comunidades, por ejemplo, las principales 10 enfermedades por las que mueren los dominicanos y su frecuencia.
Un adecuado sistema de emergencias comienza en la central telefónica, con un personal entrenado que responde a las llamadas con criterios previamente establecidos. Los emergenciólogos se van del país, por falta de empleos.
Zoom
Castaños
Para Castaños, a los ciudadanos se les dan servicios por separado, en todos los niveles de atención, pero las distorsiones en medicina prehospitalaria, son enormes.
Carencias
Le falta compactación en las estrategias de salud, no hay orientación que sustente y que permita uniformidad, universalidad y calidad. Tampoco se han podido establecer estándares obligatorios.
